La experiencia del Movimiento de Mujeres de Kurdistán en la escritura y la creación de su historia.

Los días 1 y 2 de diciembre de 2022 en la Universitat de les Illes Balears, Mallorca, se llevaron a cabo las jornadas «La transformación social a través de Jineolojî: (re-)escribiendo la historia de las mujeres». Este es el cuarto y últimode una serie de artículos realizados a partir de la transcripción de las jornadas. Las jornadas fueron dedicadas a Nagihan Akarsel.

Movimiento de Mujeres de Kurdistán y Academia de Jineolojî

El trabajo de escritura de nuestra historia es un trabajo muy importante para nosotras y nuestro movimiento. También es uno de los ámbitos principales de los trabajos de Jineolojî. En la base del trabajo de escritura de la historia de las mujeres kurdas está el esfuerzo de muchas mujeres. De igual manera también está la experiencia de la lucha de las mujeres del mundo. Vimos que la experiencia y lucha de las mujeres kurdas es a la vez la experiencia de las mujeres del mundo. Por ello, la escritura de la historia de las mujeres kurdas es parte de la escritura de la historia de las mujeres del mundo.

La escritura de la historia de las mujeres kurdas no es solo escritura o análisis, sino que en su base hay el esfuerzo de nuestras mártires y el sufrimiento de las mujeres; en las montañas, ciudades, cárceles, en Kurdistán, Oriente Medio o Europa. En este sentido la escritura de la historia es también un tipo de acción. La historia es algo vivo, no es solo de ayer sino también de hoy. El trabajo de escritura, para nosotras, es un ámbito ideológico, político, económico y social.

Podemos decir que tanto nuestro movimiento de mujeres como la Jineolojî se crearon dentro de la lucha del pueblo kurdo. El movimiento de mujeres surgió dentro del PKK, y después creó su autonomía. Como mujeres durante 40 años hemos trabajado en muchos ámbitos de lucha; educación, arte y cultura, literatura, medios de comunicación, autodefensa, justicia, etc., y muchas de nuestras de compañeras se han sacrificado y han caído mártir.

La escritura de nuestra historia es una lucha en contra de la mentalidad patriarcal, del poder y del Estado. En la experiencia de nuestra escritura hay una característica principal que es la lucha contra el sexismo. Hemos tenido diferentes experiencias en este sentido. Este trabajo no es solo teórico sino que a su vez es esfuerzo y acción. Podemos decir que este trabajo de escritura de la historia al inicio era práctico; vivíamos esta historia. Así, la historia de las mujeres kurdas la investigamos dentro de la experiencia de la propia vida. Después empezamos a escribirla y analizarla.

Oficialmente nadie acepta la historia del pueblo kurdo; dicen que el pueblo kurdo no existe. Hace 40 años si decíamos «Kurdistán» todo el mundo preguntaba «¿Kurdistán?, ¿dónde está?, no existe». Paralelamente tampoco existía la historia de las mujeres kurdas. No había documentos ni archivos de su historia. En el inicio del movimiento del PKK solo había la creencia de que el pueblo kurdo existe, pero no había pruebas de ello. La perspectiva y los métodos del PKK y, en general, la lucha del pueblo kurdo hizo que desde el inicio se sacara a la luz la historia de la sociedad kurda, y posteriormente se mostró en la práctica, por lo que todo el mundo tuvo que aceptar que el pueblo kurdo existe. En esta práctica surgieron escritos, debates y análisis y el pueblo kurdo se conoció a sí mismo.

Al principio de nuestro movimiento no podíamos decir «nuestra historia como mujeres kurdas ha sido de esta manera», porque no la conocíamos. En la sociedad kurda está la influencia del feudalismo, del patriarcado y de la ocupación. Así, la historia de las mujeres kurdas y del pueblo kurdo estaba enterrada bajo grandes rocas. Por ello lo primero fue cómo excavar en la tierra. Fue un tipo de arqueología.

Rêber Apo creó este movimiento en base a las ideas socialistas; el PKK en sus inicios era un partido marxista-leninista. En el primer grupo ideológico al cual llamamos grupo-semilla (semilla del PKK) también había mujeres. Una era Fatma y la otra, y muy importante, Sakine Cansiz, Heval Sara. En la historia del Movimiento de Mujeres de Kurdistán el rol de Heval Sara es principal. Ella trabajó en muchos lugares, creó una cultura de resistencia de las mujeres, y nosotras tomamos esto como base. No conocíamos la figura de Emma Goldman o Alexandra Kollontai. Después aprendimos que, al igual que Heval Sara, existían mujeres como Emma Goldman, Alexandra Kollontai, Rosa Luxemburgo, etc. Pero para nosotras el modelo fue Heval Sara. Para nosotras la historia de las mujeres era Heval Sara. Hasta el día de hoy analizamos su papel. Tenemos el libro escrito por ella, sus diarios, sus poemas, sus informes personales… De la misma manera que una arqueóloga, cuando va a un espacio a excavar y encuentra la figurita de una diosa, se llena de emoción, para nosotras, todo lo que nos ha quedado de Heval Sara nos genera esta misma emoción.

A partir de 1984, dentro del movimiento del PKK empezó la fase de lucha guerrillera. En ese tiempo también había mujeres, pero su número era pequeño. Vivieron muchas dificultades. Porque, a pesar de que el PKK era un partido marxista-leninista, es decir, era socialista, la sociedad kurda era feudal y había mucha influencia del patriarcado. Cuando las mujeres kurdas iban a las montañas a unirse a la guerrilla y luchar en contra del ejército turco, no tenían ejemplos previos de mujeres guerrilleras. Las mujeres, todo lo que vivían lo escribían, o debatían entre ellas. La historia empieza aquí. Esto es importante; dentro de la vida y de la lucha tomar experiencia y compartirla. Al mismo tiempo, dentro del PKK se empezó a escribir la experiencia de la historia del pueblo kurdo. Como resultado, en 1987 hubo una gran recopilación de material. A partir de ese año empezó también una nueva fase para la historia de las mujeres kurdas.

Rêber Apo dio fuerza y perspectiva en este sentido, y ese mismo año se tomó la decisión de construir la organización autónoma de mujeres. Previamente no había experiencia ni preparación. Las mujeres kurdas lo probaron todo, y después, los resultados se debatieron, y analizaron las dificultades. Con ello se llegó al convencimiento de la necesidad de la organización autónoma. En los años 90 fue la época de los levantamientos populares, en los cuales el pueblo kurdo se levantó en contra del Estado turco, y las mujeres kurdas jugaron un papel de liderazgo. Para nosotras esto forma parte del aspecto práctico de la escritura de la historia. Con toda la experiencia que se fue acumulando, a partir de 1995 se comenzó una nueva fase. Empezó la organización de las mujeres de manera autónoma, tanto dentro del movimiento mixto como paralelamente. Un ejemplo de esto es la guerrilla de mujeres. Antes hombres y mujeres estaban juntas en la guerrilla, pero a partir de este momento el centro de comandancia de la guerrilla de mujeres pasó a ser diferente del mixto. Es decir, las mujeres pasaron a tomar decisiones propias relacionadas con las mujeres. Se vivieron muchas dificultades relacionadas con la mentalidad. Los compañeros decían que las mujeres no podían, ya que ser guerrillero es difícil. Las mujeres también se preguntaban si podrían. Las mujeres tuvieron que crear todo por sí mismas, no existían oportunidades previas. Esto fue una gran experiencia. Hubo muchas dificultades, pero como resultado creamos algo muy profundo.

En la experiencia de la organización de las mujeres, de 1999 hasta la actualidad es la fase de la creación del partido de las mujeres. Esto para nosotras es muy importante. Todas las fases para nosotras son temas de análisis y valoración. Hay muchos diarios escritos por compañeras, o sus informes personales. Además, todas las reuniones autónomas, debates, ideas, todo lo archivamos por escrito. Después de terminar un trabajo hacemos tekmil, es decir, cuál ha sido el resultado y la valoración de este trabajo. Todo esto también se archiva. Estos materiales para nosotras conforman la base de la escritura de la historia de las mujeres kurdas. Por otro lado, dentro del PKK existen diferentes métodos; solamente el PKK ha hecho análisis sobre la sociología del pueblo kurdo, y lo ha hecho región por región. En las educaciones del PKK los métodos principales son el análisis de personalidad, y la crítica y autocrítica. De esta manera realmente se analiza la historia del pueblo kurdo y la historia de vida de las mujeres kurdas. Por ejemplo, en mi región, ¿cómo han vivido las mujeres? ¿Cuáles son las principales influencias en la sociedad de mi región?

En nuestra experiencia e historia de lucha se han creado teorías y conceptos: la lucha de género, matar al hombre, el divorcio infinito, la teoría de la separación, xwebûn, etc. A partir de 1998 se empezó una nueva fase. En muchos aspectos se había mostrado la voluntad de las mujeres; en la autodefensa, la ideología, la política, etc. No solo dentro del PKK, sino también dentro de la sociedad kurda se vivieron experiencias muy importantes. En ese año anunciamos la Ideología de Liberación de la Mujer. Rêber Apo dijo que los principios de esta ideología son los principios esenciales del PKK.

El 15 de febrero de 1999 Rêber Apo fue capturado, y a partir del año 2000 empezó una nueva etapa; Rêber Apo creó un nuevo paradigma. Afirmó que habíamos triunfado en la revitalización de las mujeres y la sociedad kurda. Ya no hace falta preguntar si existe el pueblo kurdo, porque ya lo hemos demostrado. Así empezamos una nueva historia, y la vivimos. Entonces, ¿cuál es el problema principal? Cómo vivir. Era necesario un proyecto social para una nueva vida para la sociedad y las mujeres, sobre la base de la democracia, la ecología y la liberación de la mujer; el nombre de esto es Confederalismo Democrático. Así, a partir del año 2000 empezó una nueva fase en la escritura de nuestra historia. Analizamos nuestras experiencias de lucha y prácticas, así como sus resultados. Como punto más alto de esta experiencia, a partir de 2008 llegamos a Jineolojî. Nuestro método principal fue agrupar todos los materiales que existían, como los diarios de las compañeras, y analizarlos. En base a los resultados de estos análisis se buscaron nuevos proyectos para la sociedad y las mujeres kurdas, con el objetivo de la construcción del Confederalismo Democrático.

Empezamos también a investigar las experiencias de las mujeres del mundo; recopilamos las luchas feministas, leímos los libros que explican las luchas de las mujeres en el mundo, etc. Teníamos la experiencia de las mujeres kurdas, pero necesitábamos la experiencia de las mujeres del mundo. Quiero dar un ejemplo; en los años 95, 96 con la creación de la organización autónoma de mujeres, llevamos a cabo una lucha de género muy fuerte contra la mentalidad del hombre dominante. Emocionalmente tuvimos muchas dificultades. Leímos sobre la historia de la revolución francesa, y la figura de Olympe de Gouges; vimos que su rabia nosotras también la sentíamos. O las experiencias feministas; las preguntas que se hacían también las hacíamos nosotras. Entendimos que tal vez no éramos tan diferentes. O las experiencias de las mujeres africanas, asiáticas, de Abya Yala. Entendimos que la escritura de la historia de las mujeres realmente es una historia tanto local como global.

Muchas compañeras de Jineolojî van a trabajar dentro de la sociedad y recuperan las experiencias de las mujeres y madres kurdas. Por ejemplo, los cuentos o canciones que transmiten las madres. Así, nuestro trabajo de escritura de la historia de las mujeres kurdas, por un lado tenemos escritos, es sobre todo un trabajo social. En la recopilación de la experiencia de las mujeres ha sido muy importante el esfuerzo de Nagihan Akarsel. Nagihan fue a la región de Afrin e hizo entrevistas con muchas mujeres, a la vez que investigaba sobre la historia de la región. Se dio cuenta de que en Afrin hay muchas cuevas, cuyos nombres son nombres de diosas. También vio que cuando alguien muere, las ceremonias que se hacen son como en los tiempos neolíticos. Todo esto lo archivó. En Rojava, por ejemplo, hay muchas colinas donde se han encontrado diferentes figuras de la diosa, y el comité de Jineolojî trabaja recogiendo toda esta historia. También los trabajos etimológicos, económicos, de autodefensa, etc., nuestras compañeras de Jineolojî lo investigan, recopilan y analizan.

En resumen podemos decir que dentro de nuestra lucha y sociedad cada mujer es escritora de la historia. El objetivo con los trabajos de Jineolojî es compartir todo esto.

El ejemplo de Jinwar, el pueblo de las mujeres.

Se han dado pasos históricos dentro de nuestra lucha, como la guerrilla de mujeres, el partido de mujeres, el Confederalismo Democrático de mujeres, la resistencia de Kobanê, etc. La historia necesita de conocimiento. Con la mentalidad de hoy no podemos entender totalmente el pasado. Hace falta conocimiento para escribir correctamente la historia. Tenemos que saber que cada momento que vivimos es histórico. Esto nos faltaba antes del cambio de paradigma.

Un punto importante es que queremos escribir nuestra historia nosotras mismas. No queremos que otra persona, por ejemplo una persona académica, escriba nuestra historia. Muchas personas escriben libros o artículos sobre la historia kurda. Esto puede ser una fuente que dé apoyo, y nuestro movimiento está abierto a estas personas. Pero no es lo principal para nosotras. Por eso nuestro movimiento, para que este trabajo se lleve a cabo, crea grupos a los que da la tarea específica de escribir la historia. Por ejemplo todas las canciones o libros creados desde el inicio del movimiento, todos los momentos históricos que se han escrito y han tenido una influencia en la libertad, son parte de la escritura de la historia. Antes decíamos «que estos momentos duros pasen y hablaremos sobre ellos en el futuro». Pero vimos que las personas que han vivido estos días duros y han llevado a cabo una dura lucha en momentos de guerra, ya no están. Por eso es tarea de todo el mundo escribir la historia. Tenemos que registrar lo que vivimos. Por un lado hay construir y por el otro registrar.

Hemos dado centenares de pasos históricos y Jinwar es uno de ellos.

Jinwar es un proyecto que empieza, como idea, en 2016. Los primeros debates se dieron acerca de cómo las mujeres pueden construir una vida juntas. Esto ya existía en las montañas de Kurdistán; la autodefensa de las mujeres, su educación, la relación entre ellas, etc. En las montañas de Kurdistán no solo hacen guerra sino que viven. La base de Jinwar viene de esta experiencia. La base de su ética y su gestión viene de aquí.

Jinwar es un pueblo de convivencia. El proyecto nos dio mucha emoción, por ello sus inicios fueron rápidos. El proyecto se impulsó a través de Kongra Star -la organización confederal autónoma de mujeres de Rojava-, Weqfa Jin (Fundación de Mujeres) y Jineolojî. El papel de Jineolojî fue de qué manera y con qué mentalidad, más allá de lo material, se construiría y viviría en el pueblo. Los proyectos que había en Rojava llamaban mucho la atención a diferentes ONG’s y gobiernos. Lo importante es, ¿quién delimita y define el proyecto, estas instituciones o la sociedad? Teníamos la convicción de que el pueblo tenía que construirse con nuestra propia fuerza, tanto material como espiritualmente. Sin duda muchas personas, también desde Europa, nos ayudaron voluntariamente. Pero nadie de fuera de Kurdistán definió cómo tenía que ser el proyecto. Se hacen muchos proyectos por parte de ONG’s, y delimitan el proyecto. Pero Jinwar lo delimitamos nosotras. ¿Quién definió esto? Jineolojî y sus principios, la mentalidad que Jineolojî genera.

Por ejemplo, el pueblo tenía que estar en equilibrio con la geografía. En Rojava hace mucho calor, en verano puede llegar a 50 grados. La sociedad natural utilizaba ladrillos de adobe, ya que en verano es fresco y en invierno cálido. Pero en Rojava esta cultura y conocimiento se habían perdido, así que fue difícil construir los bloques de adobe. Lo hicimos nosotras mismas, no hay fábricas de ladrillos de adobe. Al hacerlo aprendimos una forma colectiva de trabajar. Había un grupo encargado de dirigir el trabajo de construcción, y a su vez, cada día iban grupos de todas las estructuras de mujeres de Rojava a Jinwar. De esta manera aprendían sobre Jinwar al tiempo que trabajaban en la construcción de los bloques y las casas. Jinwar se ha construido colectivamente y en un tiempo corto; empezó el 8 de marzo de 2017 y el 25 de noviembre de 2018 se inauguró.

Cuando damos educaciones de Jineolojî, explicamos a las mujeres cómo se vivía hace 9.000 años. Por ello, el objetivo principal con Jinwar era dar una imagen concreta de cómo es la vida cuando la crean las mujeres, cómo pueden vivir las mujeres cuando no hay opresión, cómo viven con la naturaleza, cómo realizan su economía, su cultura, su educación. Este era el objetivo, y vimos que no es muy complicado. Por ejemplo, la economía de Rojava está sobre todo basada en el petróleo, pero realmente la tierra de Rojava es muy rica, así que la economía debería basarse en la agricultura. El régimen sirio impuso una ley en Rojava por la que el pueblo solo podía cultivar trigo, era como el granero de Siria. Estaba prohibido por parte del régimen que se cultivaran otras cosas. Así, con el paso del tiempo la gente olvidó la agricultura más allá del trigo. Para recuperar esta cultura, antes de construir las casas de Jinwar, en los alrededores del pueblo se plantaron árboles frutales. Ahora Jinwar cubre sus necesidades de alimentación del propio pueblo.

Jinwar no es un laboratorio ni un museo, es un espacio de vida. Sobre todo de mujeres que han sufrido violencia, o que han perdido a sus maridos en la guerra de Rojava. Vivir en Jinwar es voluntario, y la vida se lleva a cabo en base al contrato social del pueblo. Las personas que quieren vivir en el pueblo aceptan este contrato social. Evidentemente, cuando quieren pueden irse del pueblo. Hay mujeres que se han ido, ¿por qué? Por un lado, mujeres cuyas familias no querían que vivieran en Jinwar y finalmente se han ido, y por otro lado, mujeres que no han aprendido a vivir comunalmente y han tenido dificultades en la vida de Jinwar. Pero también hay mujeres que viven en Jinwar desde el principio, junto con sus hijas e hijos. Una mujer yazidí de Şengal llegó con su hija hasta Jinwar. Esta mujer es sordomuda de nacimiento. Pensaban que su hija era igual porque no hablaba nada. Después de un tiempo de haber llegado a Jinwar, la hija empezó a hablar. También viven mujeres árabes.

Hay diferentes infraestructuras dentro de Jinwar; la academia, Şifa Jin (clínica donde se compaginan la medicina natural y la medicina moderna) a la cual las mujeres de los pueblos de alrededor también van, además de doctoras que voluntariamente enseñan a las mujeres del pueblo a hacer sus propios medicamentos a través de las plantas que cultivan, un colegio de primaria, donde se enseña kurdo, árabe e inglés, etc. Las personas que viven en el pueblo son parte del consejo de Jinwar, donde se toman las decisiones sobre el pueblo. Jinwar está construido en forma de triángulo, y todas las puertas de las casas se miran entre sí. La economía sobre todo es agrícola, y cuando hace falta algo de fuera funcionan por intercambio, por ejemplo, dan tomates a cambio de algo técnico. Todo lo que produce y gana Jinwar se reparte, no de forma igualitaria sino equitativa, en base a las necesidades de cada casa. No hay una vida de lujo, pero tampoco hay pobreza. Es una vida sencilla.

En cuanto a la infancia, vivimos un problema en relación a la educación. Llegan a Jinwar desde una sociedad de influencia feudal y patriarcal, y en Jinwar se busca reeducar a esta infancia. Pero se dan contradicciones. Por ejemplo, cuando van las compañeras de la Academia de Jineolojî a debatir, hay niños que dicen «mi madre no dice esto», porque viven entre la tradición y una nueva personalidad. Por eso educar a los hijos no es suficiente, también es necesario educar a las madres. Jinwar es importante porque podemos construir una generación que se limpie del patriarcado. Jinwar en este sentido es la parte de Rojava que queda más alejada del patriarcado. A veces se hacen talleres para los niños y niñas, y en la propia vida, de manera natural, se les dan responsabilidades. Por ejemplo, encargarse de los animales. Se busca que tengan su tarea dentro de la vida, porque en el sistema estatal hasta que no son adultas no existen.

Jinwar no es el único ejemplo, pero es un ejemplo claro. En toda Rojava se ha creado un sistema de educación alternativo, desde las escuelas de primaria hasta la universidad. Más allá del sistema oficial educativo, se educa sobre todo a través de academias; de cultura, de lengua, de economía, de autodefensa, de política,… hay centenares de academias. ¿Cuál es la diferencia con Jinwar? Que las academias son durante un periodo concreto de tiempo, pero cuando cada persona vuelve a su casa pueden volver a reproducir relaciones patriarcales. Esto en Jinwar no es posible.

Jinwar se ha construido también con la ayuda de las personas que buscan una vida alternativa. Por ejemplo, compañeras que tienen conocimientos de electricidad o carpintería que vinieron desde Europa y pusieron su conocimiento en Jinwar. Realmente podemos decir que Jinwar ha llegado a este punto a través de la ayuda internacionalista y da esperanza a todas las mujeres.

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