Aproximación de Jineolojî a la historia

Los días 1 y 2 de diciembre de 2022 en la Universitat de les Illes Balears, Mallorca, se llevaron a cabo las jornadas «La transformación social a través de Jineolojî: (re-)escribiendo la historia de las mujeres». Este es el primero de los cuatro artículos realizados a partir de la transcripción de las jornadas. Las jornadas fueron dedicadas a Nagihan Akarsel. Para entender mejor algunos puntos recomendamos leer el artículo «Arqueología de la mujer. Conociendo nuestra historia para luchar por la libertad»

 

Gönül Kaya, miembro del Movimiento de Mujeres de Kurdistán

 

El acercamiento a la historia es realmente un tema muy importante para nosotras. Especialmente en el último tiempo, este ha sido nuestro principal trabajo. En la persona de Nagihan Akarsel quiero recordar a todas las mártires del conocimiento.

Empezamos preguntándonos, ¿por qué Jineolojî fue una necesidad?, ¿qué hemos aprendido? Partíamos de unas críticas. El Movimiento de Mujeres kurdas no es solo un movimiento político, sino que a la vez es un movimiento de conocimiento, es decir, que lucha en el ámbito del conocimiento y la ciencia. Estamos en el s. XXI y vivimos muchas problemáticas, no solo en cuanto a la economía, sino que existen diferentes crisis. Esto no es solo en Europa o en Oriente Medio, sino que en las diferentes geografías de la tierra hay crisis y caos en la mentalidad. En este sentido, la mentalidad y la ciencia actual no son capaces de dar respuesta a todos los problemas sociales, los problemas de las mujeres y los problemas de la juventud.

Estamos viviendo un gran caos como civilización a nivel mundial. Esta crisis empezó en el s. XX y se profundizó a partir de los años 60’. Este caos es tanto material como espiritual. Todo el mundo conoce lo ocurrido a raíz del 68’ y los diferentes movimientos alternativos, sociales, juveniles, de mujeres que buscaban soluciones y hacían diferentes preguntas. Veían que el sistema capitalista no solucionaba los problemas sino que, al contrario, los había hecho más grandes. Había también la convicción de los movimientos socialistas, Estados socialistas, y diferentes experiencias en este sentido, pero tampoco llevaron a una solución. Se vivieron diferentes revoluciones, revoluciones de trabajadores o revoluciones nacionales, y con ello se crearon nuevos Estados. Pero como resultado, ¿somos libres? No. Entonces, ¿cómo deben ser los objetivos y resultados de las revoluciones y de los trabajos de conocimiento en este aspecto? También desde Kurdistán nos hacíamos preguntas.

Vemos como continúan las problemáticas sociales, culturales, económicas y sobre la libertad de las mujeres. Continúan habiendo ataques de diferentes maneras. Por ejemplo, como pueblo kurdo y como mujeres vivimos masacres. En los últimos 40 años el pueblo kurdo ha construido un movimiento histórico, y ha buscado crear una nueva mentalidad. Ahora, como pueblo kurdo, sabemos que existimos, que tenemos un país, y somos conscientes de que el sistema capitalista no nos da respuestas. Por ello hay revoluciones, hay experiencias y hay búsquedas alternativas. Pero ahora, en el s. XXI, hace falta una revolución que se lleve a cabo, antes de nada, a nivel mental, con el objetivo de transformar la mentalidad. En Kurdistán tenemos propuestas con esta perspectiva.

En la mentalidad y en la ciencia, particularmente en las ciencias sociales, hay una crisis y unos bloqueos. La mentalidad hegemónica en la sociedad está influenciada por el poder, por el patriarcado, por el Estado nación y por el capitalismo. Las ciencias sociales, por lo general, ofrecen una buena ayuda a los Estados. Pero, por otro lado, no pueden ser de ayuda para los pueblos oprimidos, para las mujeres y para las diferentes identidades sociales. Por ello hace falta cambio y transformación en las ciencias sociales, o crearlas de nuevo. Es necesario que las ciencias sociales generen pensamiento en torno a la ecología, también para buscar soluciones a las diferentes culturas y pueblos, así como a las problemáticas que viven las mujeres, tanto en términos físicos como mentales. Por eso tenemos que encontrar los aspectos de las ciencias sociales influenciados por la mentalidad dominante, patriarcal o capitalista, y limpiarlos. Nosotras como pueblo kurdo, hasta ahora no tenemos una definición dentro de las ciencias sociales. Todavía hoy continúan los debates sobre si existe o no el pueblo kurdo. Parece ser que el pueblo kurdo debe crear un Estado para que todo el mundo acepte que existe. En Europa también ocurre esto. Por ejemplo, se sigue debatiendo sobre el derecho de las mujeres al aborto. Por esta razón se necesita un debate más radical en el ámbito de las ciencias sociales. Hay varias investigadoras también que sostienen que hace falta un cambio en la mentalidad europea u occidental. Estamos de acuerdo con esto. La mentalidad actual no nos da respuestas, de acuerdo. Entonces tenemos que empezar.

Jineolojî es la propuesta de una metodología científica. Es la ciencia que interpreta la vida, la sociedad y el universo de las mujeres. En la base de esta propuesta está la libertad. Si existe una organización, un movimiento o una idea, tiene que ser para la liberación de la sociedad, la liberación de las mujeres y la liberación de la naturaleza. Hay mucha información y conocimiento, pero la sociedad no lo sabe. Toda esta información y conocimiento, por lo tanto, no tienen mucha influencia en la vida de la sociedad. Así, entre el ámbito de la ciencia social y la sociedad, o las mujeres, hay una ruptura y una separación. Por ello, como mujeres queremos crear un nuevo espacio, al cual le hemos dado el nombre de Jineolojî. En kurdo jin quiere decir «mujer» y «vida», ya que comparten raíz etimológica. La definimos también como la ciencia del sentido y de la vida social. Jineolojî está vinculada a la fuerza de sentido de las mujeres.

En muchos aspectos de la ciencia está el esfuerzo de las mujeres, pero no están las mujeres. No solo físicamente, sino que en el s. XXI luchamos para que se vea el esfuerzo de las mujeres en las ciencias sociales. Por eso decimos que la perspectiva de las ciencias sociales es unilateral, y así no puede encontrarse una alternativa. Las ciencias sociales tienen que trabajar con dos piernas, no de manera unidireccional. Además, la ciencia no es solo algo dentro de un laboratorio, sino que la vida de la sociedad y la vida de las mujeres para nosotras son un espacio de búsqueda. Tenemos que llegar a las informaciones correctas y a los conocimientos de libertad dentro de la propia vida. Queremos reforzar y expandir en la sociedad el conocimiento que surge de los momentos de la vida. Es dentro de la vida social donde podemos encontrar los conocimientos que nos lleven a la verdad. El conocimiento que se crea de esta manera no es para la dominación, el poder y el patriarcado, sino que es un conocimiento que lleva el nombre de las mujeres, el nombre de la sociedad y el nombre de las diferentes identidades de género. Es decir, que pueda explicarse la verdad a través de los sectores oprimidos.

Por otro lado, en las ciencias sociales la mirada analítica está muy adelante. Pero en la ciencia es necesario el sentido (significado) y sentir. Para ello, Jineolojî desarrolla una metodología, un arte de la interpretación. Dentro de la vida y de la sociedad podemos encontrar la verdad. En este punto, Jineolojî critica la comprensión tradicional y masculina. En la base de las ciencias sociales la historia es muy importante. Por lo general, en la mentalidad de poder que hay en la ciencia de la historia las mujeres no existen. Así, la investigación que se hace sobre la historia es unilateral. La historia es el mayor ámbito donde las mujeres han sido alejadas de su identidad y definición. Los hombres han escrito la historia, y han escrito solo la historia de los hombres. Además, la historia que se explica es la de los gobernantes y poderosos, reyes, comandantes, Estados e imperios. Pero los historiadores no han escrito la historia de la esclavitud o la historia de las mujeres.

A partir del s. XIX poco a poco los movimientos sociales empezaron estos trabajos. En el s. XX los movimientos feministas especialmente lucharon mucho para investigar sobre el patriarcado y la historia e hicieron importantes críticas. Por ejemplo, Gerda Lerner, Gisela Bock, Renate Bridenthal, Claudia Koonz o Maria Mies. Estas feministas han hecho muchas críticas sobre la metodología tradicional de la disciplina de la historia. Señalaron la influencia de la mentalidad patriarcal y de los hombres en la metodología y en el contenido, en las leyes de la historia y su escritura, y afirmaron que la historia de los dominantes es sexista. La historia de los poderosos priorizó el subjetivismo del hombre. De esta manera, en la historia se tomó como centro y sujeto de la mentalidad al hombre. El motivo de esto es precisamente la dominación y el patriarcado. Se conocen también nombres de mujeres, como es el caso de Cleopatra. Pero eran mujeres cercanas a la dominación masculina. O por ejemplo, en la historia de Troya de la mitología griega aparece una mujer con mucha influencia, Helena, que era muy bonita, la cual es definida como el motivo de guerra entre hombres. En toda esta mentalidad de la historia hay un desprecio a las mujeres. A su vez, la historia está llena de luchas de mujeres, pero estas experiencias no se han puesto en común.

Jineolojî, en este sentido, apuesta por un trabajo arqueológico de la historia de las mujeres. Estudiamos lo que se ha escrito sobre la historia de las mujeres, investigamos la lucha de las mujeres, qué han hecho y qué han vivido las mujeres. No solo en el ámbito social, si no, por ejemplo, dentro de la familia. La historia no es solo un tema externo, hacia fuera. No es solo la historia de dinastías, reyes, Estados y guerras. Si no que hay que investigar y conocer la vida de las mujeres. Y hace falta explicarlo de una forma nueva y corregida. Tenemos muchos documentos y herramientas que podemos emplear para investigar. Pero también escuchamos a las mujeres. ¿Cómo vivían antes las mujeres? Por ejemplo, los cuentos que explican las madres. En Şengal las madres les explican cuentos a sus hijas donde se explica la vida de antes. Así entendimos que investigar la historia no es solo recopilar escritos, ya que la historia de las mujeres no ha sido escrita. Puede que en los últimos años se haya escrito. Pero con Jineolojî vemos como la historia de las mujeres se ha mantenido de forma oral.

Jineolojî critica las ciencias sociales, especialmente por su comprensión de la historia y, a su vez, investiga y crea una mentalidad alternativa. ¿Por qué hace falta una nueva mentalidad en la historia? Para corregir la historia que ha sido escrita por parte de los opresores y la comprensión generada por una mentalidad incorrecta que se ha expandido en la sociedad. El objetivo de Jineolojî es dar a conocer la historia de las mujeres que no ha sido escrita, así como escribir correctamente la historia de la opresión. Para ello, Jineolojî mira la historia desde su aspecto social. Tenemos que escribir el pensamiento y el corazón de las mujeres. La base para crear una alternativa a la comprensión de la historia es investigar y conocer la historia de la vida de las mujeres. Asimismo, Jineolojî afirma que la historia es algo vivo, que se encuentra en la propia vida. No son sucesos finalizados. Por ejemplo, hace 5000 años, durante la época sumeria, se creó una institución: los zigurats. La mentalidad que se creó continua hasta la actualidad. De la misma manera, en las tablas sumerias se explica como enseñaban en las escuelas; el maestro le decía a los alumnos lo que tenían que memorizar. Ahora mismo en Oriente Medio se utiliza exactamente el mismo método. Entonces la historia no es algo que haya pasado. De esta manera las fuerzas del poder continúan su civilización. Y si sigue la historia de los opresores, entonces también sigue la historia del pensamiento libre y la búsqueda de libertad. Hace 10.000 años, en la época de la sociedad natural, la voluntad de las mujeres estaba muy presente en la sociedad, no había guerras ni esclavitud. Tampoco existían relaciones clasistas o sexistas. Pero ahora pensamos que desde los inicios existe el sexismo. Debemos construir la historia de la vida de la sociedad. Hay una base que no se ha perdido, sino que se ha debilitado, y hace falta revitalizarla.

El entendimiento de Jineolojî de la historia no es solo investigar y recopilar información y conocimiento, sino que todo esto hay que emplearlo para la liberación de la sociedad y de las mujeres. Jineolojî no busca quedarse en un espacio académico, sino que la información y el conocimiento tienen que fluir en la sociedad. En este sentido, nuestro objetivo es construir de nuevo el vínculo entre la academia y la sociedad. Podemos decir tranquilamente que hemos visto como en un pueblo, una madre o una persona mayor, son realmente maestra de la sociedad. Tal vez no puede conceptualizarlo, pero tiene conocimiento y lo comparte. El conocimiento no es de los opresores, sino de las mujeres y las sociedades.

Evidentemente, Jineolojî quiere conocer diferentes análisis de académicas e investigadoras, porque sabemos que dentro del campo de las ciencias sociales hay muchas personas con valor. Pero tienen poca influencia en la transformación social. Las personas con conocimientos deben ser más activas en la sociedad y jugar un rol importante en la transformación social. En este sentido el papel de las mujeres es muy importante. La mentalidad, la voluntad y el sentimiento de las mujeres son necesarios para la sociedad y la transformación social. Jineolojî quiere llevar a cabo una revolución de la mentalidad.

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