Arqueología de la mujer
Conociendo nuestra historia para luchar por la libertad
Nora Merino, Centro de Jineolojî
La principal urgencia que nos tenemos que plantear no es la libertad, sino la protección de la propia existencia. ¿Cuál es nuestra existencia como mujeres? ¿qué es la mujer? ¿qué es la vida? ¿qué es la sociedad? Si vemos la historia en su amplitud, durante el 98% de la historia la mujer tenia un rol principal como generadora y protectora de la vida y la sociedad. Esto no se olvida fácilmente de la memoria social. A día de hoy la relación vida-mujer-sociedad sigue siendo uno de los fenómenos que mas se influencian entre sí.
Por ello necesitamos conocer nuestra identidad histórica y social. No somos una tabula rasa, un aquí y ahora como trata de hacernos pensar la Modernidad Capitalista, a través de su ideología liberal, que separa la sociedad de su socialización. Si nos preguntamos ¿qué es la mujer? en la respuesta encontraremos, también, qué es la sociedad.
“La mujer no es un fenómeno físico sino social, la tarea de las ciencias es mostrar como una realidad los aspectos de la identidad que han sido manipulados. Si no se ilumina la naturaleza de la mujer conectada a la naturaleza de la sociedad, ninguna lucha podrá obtener resultado”. Rêber Öcalan
Una identidad es una totalidad. Provenimos y somos parte de una historia y de una sociedad, por lo que pretender conocernos separadas de ellas es como pretender que un árbol florezca sin raíces. En este sentido es reveladora la palabra PachaMama, utilizada para referirse a la tierra y todos sus seres vivos en Abbya Yala (América Latina), que tiene como significado etimológico “madre del espacio-tiempo”. Uno de los objetivos de Jineolojî al mirar la historia es encontrar las mentiras sobre la mujer, y sobre la vida en su conjunto, que el sistema de poder ha ido generando. La mujer siempre ha sido definida desde fuera en base a los intereses del régimen de turno, siempre considerada perteneciente a otra persona: padre, marido, jefe, Estado. Por eso tenemos la urgencia de definirnos por nosotras mismas como mujeres. “La historia de la esclavitud de la mujer todavía no ha sido escrita y la historia de la liberación está a la espera de ser escrita”. Rêber Öcalan
ENTENDIMIENTO DE LA HISTORIA
El historiador francés Fernand Braudel opina que la sociología tiene que ser historiorizada y la historia sociologizada. No podemos separar una de la otra pues la historia está compuesta por las creaciones, luchas, resistencias y transformaciones de la sociedad y, a su vez, la sociedad se encuentra directamente influencia por el transcurrir del tiempo, es decir, por la historia.
Braudel desarrolló una Teoría de los Tiempos que se basa principalmente en estas tres nociones:
-Tiempo de larga duración. Son procesos largos, en los cuales el tiempo parece no moverse en absoluto, pero lo que crea mantiene su influencia a largo plazo. Por ejemplo la revolución neolítica y sus influencias hasta nuestros días.
–Tiempo de media duración. Se ven movimientos, aunque lentos. Como en un cambio de régimen político.
–Tiempo de corta duración. Es el cotidiano, el día a día.
En 2008 Rêber Öcalan presentó la Sociología de la Libertad en el tercer tomo de sus defensas, con el mismo nombre, escrita desde la isla-prisión de Imrali. A través de ella entendemos que la historia no toma la forma de progreso lineal, donde un Imperio, y posteriormente un Estado, se destruye para crear otro. Al establecer clásicamente los periodos históricos de esclavitud, feudalismo y capitalismo se ha definido y dividido la historia solamente desde un punto de vista económico. Por el contrario, la historia es un proceso continuo, acumulativo y vivo donde la naturaleza social va tomando diferentes formas, pero en la esencia se mantiene. El ser humano tiene la capacidad ética de crear valores que sirven dentro de la sociedad, que marcan lo que es bueno y lo que no, siempre en relación con la vida. La esencia de la sociedad es ética y política, porque tiene la capacidad de autogobernarse y autodefenderse. Esta sociedad es la base de la Civilización Democrática, la cual nunca ha dejado de existir. La base de la Sociología de la Libertad radica en el estudio de los momentos o intervalos de caos, en los que las posibilidades de libertad se multiplican.
Historia de la mujer
Para entender nuestra historia como mujeres partimos de tres periodos principales:
1. Sociedad Natural (12.000-4.000 a.C.) Cubre el 98% de la historia de la humanidad. Lo que conocemos como Civilización representa unicamente un 2% de la vida del ser humano
2. Transición al patriarcado (4.000-2.000 a.C.)
3. Sistematización e institucionalización de la mentalidad del hombre dominante (2.000 a.C. hasta la actualidad)
Sociedad Natural
Para entender los problemas actuales y buscar los pasos hacia la vida libre, desde Jineolojî volvemos la mirada hacia las primeras sociedades humanas, durante la época de la Revolución Neolítica (hace 10.000 años), a la cual nos referimos como la primera revolución de las mujeres, por el importante papel que jugaron tanto material como espiritualmente. Nos referimos a estas sociedades como Sociedad Natural porque lo natural del ser humano se encuentra allá. Con naturaleza nos referimos a la esencia y dinámica propia de la sociedad. El sistema ha impuesto el capitalismo, el patriarcado y la esclavitud a la sociedad, pero cuando nos despojamos de todas estas capas, llegamos a la esencia. No definimos la sociedad como “esclavista”, “feudal” y “capitalista”, ya que son definiciones del sistema de poder. Es de esta manera como el sistema toma forma y dirige a la sociedad. Pero cuando vamos más allá encontramos los valores éticos y la fuerza política de autogobierno y de autodefensa de las sociedades humanas.
Volver la vista a las sociedades naturales nos permite conocer la dinámica social, política y cultural de las mujeres y de esta manera profundizar en la identidad de las mujeres antes del patriarcado. Esto es realmente importante para poder identificarnos correctamente en la actualidad. No nos referimos a que las mujeres de hoy son las mismas mujeres de la sociedad natural, pero el origen de la sociedad y del ser humano se dio en un tiempo en el que no había patriarcado, y donde las mujeres se creaban a si mismas a través del aprendizaje de la naturaleza y, a partir de lo que eran ellas, constituyian la sociedad a su alrededor.
Podemos referirnos a la Sociedad Natural también como matriarcado. El significado temprano del griego arche es “comienzo, origen, principio”. Matri significa “las madres”. Es decir, “en el principio las madres”, o “principio materno”. Nos referimos a matriarcado en este sentido. Con el tiempo apareció otro significado de arche que significa “norma, dominación”. Este es el uso que toma en el concepto patriarcado.
Como Jineolojî nuestra fuente principal de estudios es la zona de Mesopotamia, no unicamente porque Jineolojî provenga de la experiencia del movimiento kurdo, si no porque además Mesopotamia es el primer lugar donde se dió la revolución neolítica y todo lo que se creó ha tenido un impacto directo en la humanidad a lo largo y ancho del planeta. Esto es importante para entender cuando damos las fechas y nos referimos a la revolución neolítica hace 10.000 años. En otros lugares se dio de forma más tardía, y surgió precisamente por la influencia de las relaciones con los pueblos de Mesopotamia.
Las principales características de la sociedad natural son las siguientes:
1. La relación primaria es la relación madre-criatura. Así como el sistema patriarcal se basa en el pater y la relación básica que sostiene la mentalidad y el sistema dominante es la relación arquetípica hombre dominante – mujer dominada, en la sociedad natural la base es la madre, y la relación primaria que sostiene la vida social y la cultura es la de la madre y sus hijas/os. Podemos hablar de un paradigma basado en la mujer madre. La relación madre-hija/o define la cosmovisión, es decir, la forma de entender la vida y el universo, y a su vez es motor de todo el desarrollo de cultura material y espiritual. Los seres humanos somos seres completamente sociales. Así como el resto de animales a los pocos días de nacer, incluso a las pocas horas, ya son capaces de andar y comer por su cuenta, las pequeñas humanas necesitan que, durante varios años, humanas adultas las protegan, guíen y alimenten. De no ser así, estas niñas y niños nunca podrían llegar a edad adulta, ni tan siquiera a la pubertad, no podrían desarrollar una fuerza cognitiva, una fuerza emocional y una inteligencia práctica. Por lo tanto los seres humanos tenemos una clara interdependencia con el resto de miembros de la comunidad de la cual formamos parte, y a través de esta interdependencia aprendemos lo vital para sobrevivir, desarrollamos nuestra inteligencia analítica y emocional y, en definitiva, crecemos y vivimos. Ante esta realidad de interdependencia y necesidad de cuidado y protección, las adultas que principalmente y en todas las comunidades humanas se encargan de esto, y con ello, de la vida y la supervivencia de la comunidad, son las mujeres. Es decir, la madre y todas las mujeres que se encuentran a su alrededor; hermanas, tías, abuelas…. Por ello y de esta manera debemos entender que la maternidad es, ante todo, un rol social. Esto puede verse muy claramente en Kurdistán cuando la palabra para referirse a las mujeres a partir de cierta edad, por la experiencia de vida que ello conlleva y el rol que juegan ante la sociedad, es yade (madre) indiferentemente de si esa mujer a dado a luz o no. Por otro lado, vemos como esta figura social de mujer-madre ha sido la principal creadora de valores, cultura y sociedad, que se construye alrededor de las mujeres. “Soy madre de sociedad y revolución”, tal y como dicen las yade en Rojava.
2. En la sociedad natural no encontramos jerarquía, sin embargo, existe la autoridad natural. La raíz etimológica de autoridad es augere que significa “aumentar”, “hacer progresar”. La autoridad natural es, por lo tanto, un liderazgo social que hace crecer a la sociedad, la naturaleza del cual se basa en la experiencia, la conexión con la realidad de la sociedad, el conocimiento de las necesidades y las problemáticas que vive y la capacidad de dar respuesta y soluciones a las mismas. No hay que confundir autoridad con autoritarismo. La autoridad natural es una autoridad democrática. Esta autoridad natural se encuentra principalmente en manos de las mujeres, precisamente por el vínculo tan estrecho que existe entre las mujeres y la comunidad, las mujeres y la vida.
3. Economía del regalo. La base de la economía no es la propiedad privada, la especulación, la usura y la corrupción. De hecho, en el segundo tomo de su segunda defensa “Civilización Capitalista” Rêber Öcalan explica como todo ello es contrario a la economía, y define el capitalismo como un sistema no económico sino de poder. Hoy en día cuando hablamos de economía pensamos en dinero y en capitalismo, en comercio, en la borsa, en la crisis. Pero al hablar de la economía en la sociedad natural nos referimos a la gestión de la vida. La base de la economía reside en la administración y repartición de los recursos que se tienen en base a las necesidades. En la sociedad natural, acumular dichos recursos y quedarse con los excedentes era visto como falta de ética, por lo que dichos excedentes se compartían entre los miembros de la comunidad y, en ocasiones, con otras comunidades, principalmente a través de celebraciones. La economía es, por lo tanto, la administración material de la comunidad y del hogar, la cual estaba, evidentemente, en manos de las mujeres. La palabra economía proviene del griego oikos, que quiere decir “casa”, y nemó, “administrar”, por lo que etimológicamente también se refiere a la “administración de la casa”. “Puede parecer extraño, pero, a mi juicio, la verdadera propietaria de la economía es la mujer, a pesar de todos los esfuerzos para anularla y colonizarla. Si queremos someter la economía a una valoración sociológica significativa, hemos de reconocer que la fuerza básica se encuentra en la mujer porque es ella quien cría a los niños, desde el vientre hasta que se mantienen en pie, y también es ella la responsable de la alimentación.”1
3. Visión animista de la naturaleza. Esto quiere decir que toda la naturaleza está viva y, como ser humano, formamos parte de ella. No estamos desvinculadas, ni mucho menos por encima de la naturaleza, si no que existe una relación de respeto y amor. La naturaleza destruye y a su vez da cobijo, trae sequías y a la vez da alimento. La naturaleza enseña y proporciona al ser humano todo lo que necesita. Además, como podemos ver aún hoy en muchas culturas del mundo, incluso como podemos ver en la identificación llevada a cabo por el sistema de poder con fines de explotación, la naturaleza y la mujer han sido siempre relacionadas como sinónimo de la otra, principalmente la madre, identificando a la naturaleza como la misma.
4. Cultura de la Diosa-Madre. Nos referimos a la sociedad natural también como “sociedades de cultura de la diosa”. La figura de la diosa la entendemos como un reconocimiento al valor del papel de las mujeres dentro de sus comunidades. La cosmovisión de la Diosa está vinculada tanto al papel de las mujeres dentro de la comunidad, como a su capacidad de dar vida y hacerla crecer, asemejándose así con la naturaleza. La cultura de la Diosa no es como posteriormente el dios patriarcal que está arriba separado del ser humano, si no que la Diosa, además de ser creadora, se encuentra en la creación. Es decir, la Diosa crea el río y a la vez es el agua, la Diosa crea los bosques y a la vez vive en ellos.
Encontramos, además de los nombres de diosas, una rica cultura material de representación de la Diosa. Se han encontrado más de 30.000 figuritas, las más antiguas de ellas datan de hace 30.000 años atrás. Un punto interesante en este tema es el hecho de que la arqueología, durante un largo tiempo, negando la capacidad artística y creativa de las mujeres, sostuvo que todas estas miles de representaciones habían sido hechas por hombres. ¿Por qué? Porque no encontraban pruebas físicas de que lo hubiesen hecho mujeres. Para que lo hayan hecho las mujeres tiene que haber pruebas, si no hay pruebas, de lo contrario, lo han hecho hombres. Esta ha sido la lógica. Así ha sido la influencia y el vínculo del sexismo en las ciencias sociales a la hora de conocer y entender la historia de la humanidad. Estudios que se han dado en las últimas decadas con perspectiva de las mujeres han llevado a la conclusión de que lo más posible es que todas estas representaciones artísticas hayan sido realizadas por las propias mujeres. Tal y como podemos ver, la mayoría de estas figuritas no tienen rostro, si no que la importancia reside en el cuerpo, que, además de simbolizar la fertilidad, es un indicio también de que las mujeres se hacían a ellas mismas mediante la visión que tenían de sus propios cuerpos al bajar la vista y observarse.
Transición y sistematización del sistema de dominación
Entre el 4.000 y el 2.000 a.C. se empieza a dar la transición de las sociedades de la cultura de la madre al sistema de dominación de hombre dominante, y a partir del 2.000 a.C. se asienta y se impone como sistema principal. La alianza cazador-chamán-jefe tribal, representada hoy en día por el Ejército, la Iglesia y el Estado, se organiza y va desarrollando una mentalidad de poder que poco a poco se va imponiendo en la sociedad, a través, principalmente, de los ataques sistematizados a las mujeres y los valores que éstas habían creado. Estos son, sobre todo, el robo de la economía de las mujeres, es decir, el paso de una economía del regalo a una propiedad privada controlada por el pater; el control de la sexualidad de la mujer, convirtiéndola en propiedad del hombre al servicio de los intereses y los deseos de éste; y el desarrollo de una nueva concepción ideológica de la mujer. En todo proceso de colonización se encuentra una dimensión cultural. Para ello, es necesario crear una nueva concepción ideológica del sujeto al cual se quiere dominar. Y este sujeto a dominar fue, en primera instancia, la mujer, considerada por Rêber Öcalan como “la primera esclava de la historia y la primera nación oprimida del mundo.” Esto es importante entenderlo bien. No es casualidad que los primeros ataques fueran a las mujeres, ya que las mujeres son la esencia y el espíritu de su sociedad. Cuando los enemigos quieren atacar una comunidad o un pueblo lo primero que hacen es atacar a las mujeres, porque en la persona de las mujeres atacas a la sociedad. Esto se ha visto y se ve en diferentes momentos de la historia y en diferentes territorios del mundo.
La Arqueología de la mujer
La palabra arqueología, etimológicamente, procede del griego archaiologia, compuesto del prefijo griego archaio, que significa “viejo” o “antiguo”, de arche, “inicio”, “origen”, y del sufijo “logía”, que significa ciencia o estudio. Por lo tanto la arqueología es el “estudio de lo antiguo”, o la “ciencia del origen”.
Cuando pensamos en la arqueología, lo primero que viene a la mente son las capas delimitadas de excavaciones en la tierra que definen unas características concretas de la cultura de la época. Una capa no sería posible sin la anterior, la cual, a su vez, se mantiene en la siguiente. De la misma manera, a través de la Arqueología de la mujer somos como arqueólogas que, en lugar de buscar en la tierra los vestigios del pasado, escavamos y buscamos dentro de las capas de la sociologia y la historia de qué manera ha ido cambiando y se ha ido definiendo la identidad de las mujeres. En diferentes espacios y tiempos esto puede tomar formas diferentes. Aunque las primeras capas de la arqueología de la mujer sean las capas de la diosa, no quiere decir que actualmente no exista, pero a la vez hay otras capas. Tener esto en la mente nos permite encontrar en nuestras personalidades y sociedades la fuerza que nos viene de los valores de la cultura de la madre y cómo, a traves de ello, podemos crear personas libres. Así, la Arqueología de la mujer es un método para entrar con atención a la profundidad de nuestra historia.
Relacionado a la Arqueología de la mujer está el término “ruptura de género”, con el cual nos referimos a los procesos históricos que han supuesto un cambio radical a nivel político, cultural, social y espiritual en cuanto a la relación hombre-mujer y mujer-sociedad. Con el avance del patriarcado fueron apareciendo nuevas caracteristicas de la identidad de la mujer, que se ven reflejados en lo que llamamos Regímenes de la Verdad. Éstos son la mitología, la religión, la filosofía y la ciencia, los cuales Jineolojî investiga y analiza como grandes fuentes de conocimiento, para conocer y definir la existencia de la mujer y cambiar así las definiciones erróneas que van en contra de nuestra propia identidad. Si no conocemos y desciframos las definiciones que nos han impuesto no podremos encontrar una definición correcta sobre nosotras mismas. A través de los Regímenes de la Verdad analizamos los procesos claves que han supuesto la consolidación del poder del hombre dominante y la esclavitud de las mujeres, la sociedad y la vida. Con Arqueología de la mujer hablamos de las diferentes capas históricas, un total de nueve, en las que podemos ver cómo se ha ido definiendo la identidad de la mujer dentro de las rupturas de género. Tanto las rupturas de género como las nueve capas de la arqueología no hay que entenderlas de una manera cronológica estricta, donde una fase acaba y empieza la siguiente, la cual elimina la anterior. El hecho de que a nivel global el Régimen de la Verdad dominante sea el de la ciencia no significa que se hayan eliminado la filosofía, la religión o la mitología para explicar el mundo.
Empezando por las profundidades de la espiral de la historia, las tres primeras capas las definimos como la cultura de la diosa-madre, y están representadas ante todo mediante la mitología:
1. La Diosa Madre está en la cima de la fuerza creadora. Empieza en el Paleolítico y se sistematiza en el Neolítico. Entre el 6.000 al 4.000 a.C. esta cultura llega al punto más alto en la Alta Mesopotamia. La Diosa crea y destruye, porque la propia vida es así, donde la muerte forma parte del ciclo de la vida. Es una identidad de mujer que realiza un liderazgo social.
La diosa Nînhursag es una diosa mesopotámica de esta capa. Nînhursag quiere decir “diosa de las montañas”. Podemos dar también el ejemplo de la diosa Mari, en la mitología vasca. La diosa Mari se vincula al Paleolítico ya que vive en las cuevas, que es donde el ser humano pasaba gran parte de su vida durante la época Paleolítica, que a su vez simbolizan el útero de la tierra. Mari es una diosa partogenésica, esto quiere decir, que da la vida por ella misma. Es decir, la mujer es la fuente principal de creación y de vida.
2. Equilibrio/balance entre diosas y dioses. Tiene una predominancia del 4000 al 2000 a.C.
A nivel mitológico se da un balance entre dioses y diosas. Antes de esto no existían dioses masculinos. Estos primeros dioses en un inicio están supeditados a la fuerza de la diosa, y aparecen como sus hijos o compañeros. La mayoría de veces, de hecho, representan la propia energía masculina de la diosa. De nuevo ponemos el ejemplo de la mitología vasca, donde encontramos la figura de Suggar. Suggar es el compañero de Mari y, a la vez, es la propia energía masculina de Mari que toma forma.
En esta capa se encuentra una fuerza igualitaria entre la mujer y el hombre en la mitología. Aparecen también lo que se conoce como Hieros Gamos, que son uniones mitológicas entre un dios y una diosa. Muchas veces estas uniones explican el encuentro entre pueblos de una cultura de desarrollo más patriarcal en la cual el dios principal del panteón mitológico es un dios masculino y pueblos que mantienen una cultura matriarcal. Vemos también como empiezan a darse los primeros conflictos entre diosas y dioses; ataques de dioses y resistencias de diosas. La mitología es una forma narrativa del ser humano de expresar la realidad social que se está dando y los cambios que se generan, por lo tanto, estos conflictos entre dioses y diosas lo vemos como una expresión de lo que está pasando, de una cultura patriarcal que trata de imponerse y la cultura matriarcal que trata de resistir. Un ejemplo de ello es Inanna y Enki, donde el dios Enki roba a la diosa Inanna los 104M, que representan los valores materiales y espirituales que las mujeres han creado para la sociedad.
Algunas de las parejas de diosas y dioses más conocidas son: Inanna-Enki, Ishtar-Dumuzi, Astarte-Baal, Hepat-Hepate, Cibeles-Atis, Isis-Osiris, Afrodita-Adonis, Tiamat-Apsu.
También son representativas de esta capa las imágenes de diosas que tienen al hijo en sus brazos. Representación que capas después seguiremos encontrando.
Aunque las diosas de esta época no tengan tanta fuerza como las diosas anteriores, siguen representando la identidad de las mujeres. Algunos ejemplos de estas diosas son: Mithra (diosa aria), Anahita (diosa persa), Gula (diosa asiria), Cibeles (diosa de Anatolia y del Mediterráneo). La Diosa más destacada de esta época es Inanna-Ishtar. Inanna es protectora de la ciudad-Estado de Uruk. Diosa del amor, de la fertilidad, de la belleza, de la guerra y de la sexualidad.
3. El asesinato de la diosa. En el Enuma Elish, datado en el 2.000 a.C., los babilonios explican el origen del mundo con el asesinato de Tiamat por parte de Marduk. Esto, por un lado, asienta las bases del monoteísmo, ya que el dios Marduk, antes de asesinar a Tiamat, pide que el resto de dioses le reconozcan como “rey de los dioses”, algo que es aceptado por ellos. Por otro lado, el asesinato de Tiamat es el primer feminicidio mitológico, y además es un matricidio. Esto supone asesinar los valores de la cultura de la madre y asesinar el vínculo con los origenes y con la sociedad natural. Marduk ataca a Tiamat en tres puntos; la cabeza (inteligencia de las mujeres) el corazón (emoción de las mujeres) y el bajo vientre (útero, sexualidad y capacidad reproductiva de las mujeres).
Encontramos similitudes a la historia de Tiamat en la mitología griega. Las Euménides es la tercera parte de una trilogía escrita por el poeta trágico Esquilo (425-455 a.C.). El personaje Orestes asesina a su madre, Clitemnestra, para vengar a su padre. Después de esto, Orestes huye perseguido por las furias, que son tres mujeres de la mitología griega que simbolizan “lo primitivo”, pero, ¿qué es lo primitivo? Las furias están conectadas a las sociedad natural. Persiguen a Orestes porque las furias son protectoras de la madre, y Orestes ha cometido un matricidio. Orestes pide ayuda al dios Apolo y éste le envía al templo de Atenea. Atenea organiza un juicio en el que participan ciudadanos griegos, lo que quiere decir que todos los que participan son hombres, ya que en la Grecia antigua los ciudadanos eran unicamente algunos hombres. En el juicio, que se relata como el primer juicio oral de la historia, Apolo vota a favor de Orestes, y dice “del hijo no es la madre engendradora, es nodriza tan solo de la siembra que en ella se sembró. Quién la fecunda, ése es el engendrador…” En el juicio quedan empate entre culpable e inocente. Atenea es la encargada de desempatar, y dice lo siguiente: “soy, sin reserva, del bando de mi padre.”
Şahmaran es una diosa serpiente de la mitología kurda que es asesinada por un rey, es decir por la dominación. Antes de ser asesinada, traspasa todo su conocimiento a otro hombre, que no está conectado a la dominación si no que está conectado a Şahmaran. De hecho ella es asesinada para obtener su conocimiento. Lo interesante es, además, la figura de la serpiente. En las mitologías de alrededor del mundo, en un primer momento la serpiente representa la propia diosa o, en algunos casos, la ayudante de ésta. Con la transición y sistematización del sistema del hombre dominante la serpiente pasa a ser demonizada y asesinada, al igual que el dragón, que simbolicamente es lo mismo que la serpiente. De hecho la propia diosa Tiamat era una dragona.
También en esta tercera capa se asientan las bases de la cultura de la violación. Ya en la mitología de Mesopotamia encontramos violaciones, pero llegan a su punto más alto en la mitologia griega. Principalmente Zeus viola a mujeres, ninfas y diosas, y de todas las maneras posibles, haciéndose pasar por toro, cisne, lluvia…. Queremos dar el ejemplo de Medusa. De nuevo las serpientes. Actualmente la figura de Medusa es conocida por su monstruosidad y su cabellera de serpientes, pero Medusa no siempre fue así. Medusa era una joven y hermosa sacerdotisa del templo de Atenea que tenía una gran melena, símbolo de su fortaleza. Medusa es violada por el dios Poseidón en el templo de Atenea, y ésta, furiosa por lo que ve como una ofensa a su templo, castiga a Medusa convirtiéndola en un monstruo con serpientes en la cabeza y capaz de convertir en piedra a quien la mire a los ojos. Posteriormente Medusa es asesinada por parte de Perseo, precisamente como una forma de alejar a Perseo de su madre, manipulado por un hombre que le convence para asesinar y traer la cabeza de Medusa como un trofeo. Esto forma parte, además de la cultura de la violación, de la enemistad entre mujeres que la civilización patriarcal irá potenciando, donde Atenea, que representa la mujer aliada a la mentalidad del hombre, ataca a otra mujer después de haber sido violada.
4. La demonización de la mujer. Lilith
Después de acabar con la religión de la diosa, se crearon dos entidades principales de mujer. La primera de estas identidades es Lilith; aparece por primera vez en la epopeya de Gilgamesh, como soberana de la noche y del mundo subterráneo. En las mitologías de Sumer, Babilonia y Persia la creían una mujer vampira. En la religión judeocristiana es la primera mujer, creada al mismo tiempo que Adán y en las mismas condiciones. Adán y Lilith, posteriormente Eva, son creadas por Dios. Hasta este momento era la diosa quien creaba, pero con la religión monoteísta a las mujeres se les quita la capacidad de crear y pasa a ser Dios quien por si mismo crea vida. Lilith no acepta estar bajo las órdenes y los deseos de Adán y se rebela. Por este motivo es expulsada del paraíso. Pasa a ser demonizada, acusada de tener relaciones con el diablo e incluso representa al propio diablo. Lilith se convierte en el prototipo de “mala mujer” creado por la mentalidad patriarcal, porque Lilith representa la mujer que no se somete. Lilith no es una diosa, es una humana, pero forma parte de la línea de la cultura de la diosa que resiste y se mantiene a pesar de los ataques y de los esfuerzos del patriarcado por someterla y hacerla desaparecer. Lilith, además, es representada con la serpiente, de nuevo mostrando la relación de la mujer y la serpiente y la demonización de ambas. De hecho, etimológicamente, la palabra diablo proviene del sanscrito (base de las lenguas indoeuropeas) devi, que quiere decir “diosa”.
5. Eva
Después de la rebelión de Lilith, Dios crea a Eva de una costilla de Adán: es creada en subordinación al hombre. Eva representa la mujer sumisa y desprovista de su fuerza. Aun así, Eva sigue mostrando la búsqueda del conocimiento de las mujeres. A pesar de lo que Dios ordena, Eva come la manzana, con el objetivo de saber y de conocerse a sí misma. La mujer pasa a ser, ya no la creadora de vida, si no el motivo de los males del mundo. Además, quien le da de comer la manzana a Eva es el demonio, representado por una serpiente que, en realidad, es Lilith. Esta historia es similar a la historia de la mitología griega de Pandora. Pandora es también la primera mujer en la mitología griega, creada para manipular a Prometeo. Prometeo es un titán, que son seres ctónicos, es decir, tienen una parte humana y una parte de tierra, ya que son hijos directamente de Gea, la tierra. Prometeo, por lo tanto, es un hombre conectado a la cultura de la madre. Pandora es también la culpable de los males por la curiosidad y la búsqueda del saber por la cual abre la famosa caja de pandora y de esta manera se esparcen los males de la humanidad. Tal y como dijo Herodoto, griego considerado el primer historiador, “el motivo de todas las guerras y los conflictos es la mujer”.
Al comer Eva la manzana prohibida el ser humano es expulsado del paraíso y condenado a una vida de sufrimiento, pasando a considerarse a la mujer como “el pecado original”. La búsqueda de conocimiento de las mujeres pasa a ser castigado, como en la historia de la mujer de Lot (no tiene nombre) que es convertida en estatua de sal al girarse para mirar como es destruida la ciudad de Sodoma mientras huye.
6. Diosas creadas por el hombre
En esta capa vemos la fragmentación que se da en la identidad de la mujer y la enemistad que se genera entre ellas. Vemos la fragmentación de la identidad de la mujer precisamente en el caso de Lilith y Eva, donde Lilith es vista como una femme fatal, que mantiene su fortaleza y su sexualidad, y Eva, la mujer que debe someterse a las voluntades del hombre, del cual está por debajo. Vemos otro ejemplo, en la mitología mesopotámica, de Inanna y Ereshkigal. Inanna y Ereshkigal son hermanas, Ereshkigal es la reina del submundo. Hay una historia mitológia conocida como “el descenso de Innana”, en la cual Inanna baja al submundo y se encuentra con Ereshkigal. Se enemistan y compiten entre ellas. Mientras Inanna se encuentra en el submundo, Ereshkigal envía a una mujer a seducir al compañero de Inanna. En esta capa se construye envidia y celos entre las mujeres y la mujer es golpeada y asesinada por la propia mujer.
Esto lo vemos de manera muy clara en la mitología griega a través de Atenea. Atenea nace de la frente de Zeus, después de que éste engulla a la diosa Metis embarazada. Atenea nace adulta de la mente y de la razón del hombre, no nace de una mujer. Es la hija predilecta de Zeus y representa la alianza de la mujer con el hombre. Simboliza la ruptura de la mujer con su propio ser y la colaboración con el pensamiento y el sistema del hombre. Atenea es un producto de la razón masculina.
Por otro lado encontramos a Hera. Hera es la esposa principal de Zeus. Como sabemos, hay cantidad de violaciones cometidas por Zeus. La reacción de Hera ante estas violaciones es de celos y de castigo a las mujeres violadas, haciéndolas desaparecer o convirtiéndolas en arbusto, entre otros, siempre en enemistad con las mujeres. La relación de Hera y Zeus es siempre una relación muy tormentosa. Hay que entender también de dónde viene este matrimonio. En la mitología, Hera es la hermana de Zeus. Zeus intenta constantemente convencerla de que se case con él, a lo que Hera siempre se niega. Hasta que Zeus, convertido en pájaro, se acerca a Hera y la viola. Ante la vergüenza que siente Hera por la violación y el estigma social, acepta finalmente casarse con Zeus. Se cree que el matrimonio de Hera y Zeus es un ejemplo de Hieros Gamos por el encuentro de una cultura patriarcal con la cultura matriarcal, ya que la diosa Hera ya existía en la isla de Creta, de cultura matriarcal, antes de la llegada de los griegos. Se puede interpretar lo tormentoso de este matrimonio como un choque cultural entre patriarcado y matriarcado.
7. El fervor de la resistencia: mujeres, reinas y líderesas
Esta capa está formada por mujeres fuertes que su nombre será conocido en la historia. Son mujeres con un gran liderazgo y fuerza política. Por ejemplo, Nefertiti (1370-1330 a.C.) fue la primera mujer faraona. Cambió las leyes para que las mujeres pudieran ser faraonas. De Nefertiti se dice que era una princesa mitani, de la zona de Serêkaniyê, en la actual Rojava. También Zenobia, que fue reina de Palmira (en Siria) del 267 al 272 tras la muerte de su marido. Llevó a cabo una gran confrontación contra el Imperio Romano durante su reinado. Encontramos también las amazonas, en la mitología griega se las relaciona con Anatolia y las zonas del Mar Negro. Seguramente, con los viajes comerciales con los que se iba conociendo otros lugares, se iban encontrando pueblos en los que se mantenía la sociedad natural y se veía el importante rol y la fuerza que tenían las mujeres en esos pueblos, y esto se convertía en mito. De las mujeres amazonas se dice que eran mujeres valientes y guerreras. Precisamente el Amazones lleva este nombre porque, durante la colonización, los colonos encontraron mujeres valientes y guerreras que luchaban con sus arcos. Para los colonos, la referencia de esto se encontraba en las amazonas mitológicas y por ello le dieron este nombre. También en esta capa entran las mujeres que han tenido un papel de liderazgo en los levantamientos de sus pueblos.
8. Mujeres en las religiones monoteístas
En las religiones monoteístas por un lado vemos como la mujer pasa a ser sumisa al hombre y su rol deja de ser social y público para convertirse en un rol unicamente dentro del hogar familiar. En los tres grandes libros también encontramos todo tipo de ataques y violaciones a las mujeres. La opresión de las mujeres pasa a ser considerado parte del destino, del mandato de Dios. Pero aun así, siguiendo con la línea de la resistencia encontramos muchos ejemplos de mujeres que han resistido, que han sido consideradas santas e incluso profetas. Sin embargo, muchas de ellas han sido hermana de, madre de o esposa de. Como Miriam, la hermana de Moisés, Sara, la esposa de Abraham, la propia Virgen María, madre de Jesús, Hatice y Aisha, esposas de Mahoma, o María Magdalena. El papel que han tenido no ha sido reconocido en la historia. Pero, por ejemplo, vemos como en el Talmud judío se explica como Sara es la única mujer con la que Dios se comunicó directamente y de la cuál se afirma que era espiritualmente superior a Abraham. Mariam es también la primera mujer descrita como profeta en el Antiguo Testamento. Lo que se conoce de Hatice, la primera esposa de Mahoma, es que era una mujer muy sabia, con mucho conocimiento y mucha experiencia, y tuvo mucha influencia en Mahoma en el desarrollo del islam. Hatice era mayor que Mahoma y hasta que ésta no murió Mahoma no se casó con otra mujer, a pesar de estar permitido. La imagen de María Magdalena también es importante. Siempre ha sido descrita como la pecadora que gracias a Jesús se le sacaron los demonios de dentro. Pero cuando conocemos más de su historia vemos el importante papel que tuvo su relación con Jesús en los inicios del cristianismo. Maria Magdalena es la mujer más mencionada en el Evangelio, por lo que debió de ser realmente importante para los primeros cristianos, y especialmente tuvo un liderazgo entre las mujeres.
Podemos ver también como, a pesar de los intentos, no se ha podido borrar la herencia de la diosa. Muchas veces las mujeres definidas como vírgenes o como santas son realmente una continuación de la diosa a la que tratan de quitar su fuerza. Aunque se les quite su denominación de diosa, mantienen un legado. Porque antes de la imposición de las religiones monoteístas, como el Catolicismo, ha existido una cultura de las mujeres durante miles y miles de años, y esto se mantiene imborrable en la memoria social. Por ello lo que hacen es cambiar el contenido y el nombre, pero no pueden eliminarlo por completo.
La Virgen Fuensanta de Murcia. El agua es símbolo de vida y de creación. Vemos también que tiene al niño en sus brazos y el símbolo de la media luna, como hemos visto anteriormente en la Isis egipcia:
La Virgen Fuensanta de Córdoba y la virgen del Mar en Almería. De nuevo aparece la misma simbología:
Tonantzin, antigua diosa azteca, en Mexico, que apesar de los ataques no puede ser eliminada y en su lugar se crea la Virgen de Guadalupe:
Virgen de Potosí, Bolivia, que de por sí es un monte:
Imágenes de la diosa Tanit del pueblo Gauche. Con la imposición del catolicismo se convierte en la Virgen Candelaria. Encontramos nuevamente toda la simbología del culto a la diosa madre:
Isis amamantando a Osiris y la Virgen María amamantando a Jesús:
La Moreneta, patrona de Catalunya. Aparece sentada con el hijo en brazos, como hemos podido ver en las imágenes de diosas mesopotámicas, y en sus manos lo que en algunos mitos se conoce como el huevo cósmico, símbolo del mundo. La imagen del huevo que vemos en celebraciones como la Pascua, es un símbolo de fertilidad y de vida:
No todas han sido reconocidas por su importante rol, y muchas veces su carácter ha sido manipulado para responder a los intereses del poder religioso y del Estado. Como la Virgen María, que pasa a ser tan solo “madre de” y de hecho la santa trinidad, que en un inicio era el padre, la madre y el hijo pasa a ser el padre, el hijo y el espíritu santo. O Aisha, una de las esposas del profeta Mahoma, que jugó un papel muy importante en la construcción y el desarrollo del Islam, pero que no ha sido reconocida por ello, e incluso llega a decir: “En lugar de mujer podrías haberme hecho piedra”.
9. Mujer-objeto
Las “brujas” mantenían la identidad de mujer libre, los conocimientos y saberes que las mujeres habían creado y protegido durante miles de años, y eran el legado vivo de la sociedad natural en Europa. El Maleus Malificarum fue la base jurídica y política con la que se llevó a cabo toda la caza de brujas. Esto no puede separarse del desarrollo de la Modernidad Capitalista. Esta novena capa se fundamenta en las ocho anteriores, y eso es lo que la hace tan fuerte. Rêber Öcalan dice “la historia de la Civilización es la historia de la pérdida de la mujer.” También Simón de Beauvoir nos dice “la historia de la mujer está hecha por el hombre.”
En esta novena capa la mujer es esclava del trabajo doméstico y a su vez esclava del capitalismo, una herramienta capitalista de creación de mano de obra, es una trabajadora sin valor y un objeto sexual. Se desarrolla toda la industria del porno y la sexualización se impregna en todos los ámbitos de la sociedad, en nombre de la libertad. La mujer pasa a ser un objeto de reclamo y de consumo
Se impone la ciencia positivista que creció a la vez que fortaleció el racismo y el sexismo.
Siglo XXI: Siglo de la liberación de las mujeres
Es necesario conocer la historia de la dominación, pero siempre poniendo nuestro foco en la historia de la resistencia. Es importante conocer cómo nos han atacado y cómo han manipulado nuestra identidad, para poder luchar contra ello. Para esta lucha, tomamos fuerza de la línea de las mujeres en la construcción de nuestro XWEBÛN, es decir, llegar a ser y existir en base a nuestra historia y sociedad. Conectándonos con nuestra historia, nuestra fuerza y nuestro conocimiento, vamos a poder desarrollar nuestra autodefensa. La historia es algo vivo y acumulativo que forma parte de nosotras, a la vez que formamos parte de la historia. La historia no es algo pasado que hay que mirar hacía atrás, si no que está ocurriendo y aprendemos de ella. Cuando observamos esta historia viva y en movimiento nos damos cuenta de que el carácter del s.XXI es la lucha de liberación de las mujeres. Esta lucha, en todas las geografías, ha ido creciendo y resistiendo durante siglos, y ahora está preparada para ser la lucha que lidere la revolución social de la humanidad. Construyamos el s.XXI como el siglo de la liberación de las mujeres y de los pueblos. “Mujer, Vida, Libertad”, más que un eslogan, es una determinación, un posicionamiento y una perspectiva ideológica que se está convirtiendo en un marco de entendimiento y de lucha de las mujeres a nivel global.
1 Abdullah Öcalan, Civilización Capitalista, pg.157