El rol del paradigma en las ciencias sociales
Lo que el paradigma de la Modernidad Democrática tiene que ver con nuestros métodos científicos
Zozan Sima
En estos días estamos presenciando como si uno cambia su perspectiva puede abrir puertas a nuevas soluciones a los problemas más intratables. Esto ha hecho revivir también los debates sobre el paradigma. La discusión sobre el paradigma, que en su expresión más sencilla significa “perspectiva” o “punto de vista”, empezó en los años 70 y se generalizó cada vez más en los años 90. No obstante, aquellos que declararon el colapso y la bancarrota del viejo paradigma fallaron al no formular uno nuevo. El Movimiento de Liberación de Kurdistán empezó a discutir un nuevo paradigma con los Textos de Defensa de Atenas de Rêber Apo, escritos en 2003. En otras palabras, durante 22 años hemos sabido cuál es nuestro nuevo paradigma. A pesar de ello, conocerlo no significa que hayamos interiorizado este paradigma y hayamos desarrollado perspectivas en concordancia. Respecto a ello, estamos en un momento en el que necesitamos discutir el desarrollo de perspectivas sobre el nuevo paradigma más intensamente que nunca, aunque con algún retraso. Además, desde que la liberación de las mujeres es una de las piedras angulares de nuestro paradigma y las mujeres tienen un papel fundamental en su revitalización, nuestras responsabilidades van creciendo. En este sentido, también es importante definir el rol del paradigma en la ciencia, especialmente en las ciencias sociales, y el encaje entre nuestro objetivo de transformación social y el paradigma.
Abriendo el camino para la ciencia
Las ideas e invenciones, que son la fuente de todas las ciencias, son una herencia común de la humanidad que se ha ido acumulando durante años. En cada período, ha habido geografías, escuelas de pensamiento y filósofos que han marcado el camino de descubrimientos científicos. La primera geografía y época en que el desarrollo científico dio un salto fue el período Neolítico, en la Media Luna Fértil. La revolución Neolítica, que tuvo lugar entre el 10000 y el 4000 a.C. y culminó alrededor del 6000 a.C. en la antigua región Kurda de Tell Halaf, fue una revolución rural y agrícola, así como una revolución científica y tecnológica. Gordon Childe fue el primero en describir la Revolución Neolítica como una revolución científica y tecnológica, comparable a la revolución científica de Europa en el siglo XVI. Estos acontecimientos científicos y tecnológicos, que se desarrollaron alrededor de Tell Halaf, se propagaron gradualmente a otras regiones y pueblos. Rêber Apo define la Revolución Neolítica como la revolución de las mujeres. Por tanto, es apropiado decir que la primera revolución científica tuvo lugar de manos de las mujeres. La ciencia es un valor común y un logro de la sociedad, pero posteriormente entró en un proceso en el que se separó cada vez más de las mujeres, la sociedad y la vida a causa del dominio patriarcal y del dominio del estado.
Ciencia y poder
La confrontación entre ciencia y poder empezó muy temprano. Primero alrededor de los zigurats de los Sumerios, después las civilizaciones babilónica, egipcia e india convirtieron el conocimiento y la ciencia en instrumentos de su poder. Podemos decir claramente que no es la civilización estatal la que produce el conocimiento y la ciencia. Tampoco son los desarrollos científicos producto de la mente masculina. En su lugar, el conocimiento robado a las mujeres y a la sociedad ha sido usado para institucionalizar la civilización dominante. A lo largo de la historia, de todas formas, siempre ha existido alguien que ha defendido la ciencia libre.
Hubo repetidos conflictos entre la ciencia al servicio del poder y la ciencia libre. La biblioteca de Alejandría fue incendiada tres veces, y la filósofa Hipatia, una representante de la ciencia libre, fue brutalmente asesinada. La biblioteca de Bagdad fue saqueada a causa de los ataques de los mongoles, y los rumores decían que se destruyeron tantos libros que el rio Tigris fluyó del color de la tinta durante días. Las academias de historia más antiguas de Haran, Nisibis y Gunde Shapur, fueron saqueadas y los investigadores y estudiantes tuvieron que emigrar para continuar sus estudios en tierras más libres. Sócrates fue asesinado bajo el pretexto de engañar a los jóvenes. Mani, Suhrawardi y Hallac-i Mansur fueron asesinados por oponerse al dogma religioso. En la Europa medieval, los alquimistas y las mujeres sabias también fueron asesinadas porque se consideraban enemigas de la religión. Bruno fue quemado en la hoguera hasta la muerte y Galileo fue obligado a negar que la tierra gira. A causa de este legado, la revolución científica y tecnológica en Europa abogó inicialmente por el pensamiento libre, en oposición a la religión y a las filosofías dogmáticas.
Es importante esclarecer los orígenes y fuentes de la ciencia y la revolución científica en Europa. Esto es porqué una de las principales causas de las crisis y desastres que estamos experimentando actualmente es la apropiación capitalista de los desarrollos científicos que emergieron en el siglo XVI en Europa. De todos modos, estos no son logros del capitalismo si no el resultado de la experiencia y de la acumulación de conocimiento a lo largo del curso de la historia. El capitalismo los ha explotado. El paradigma mecanicista y el positivismo, sobre el que se basa el método científico, son decisivos para los procesos de explotación.
Paradigma, comprensión de la verdad y metodología
El profesor de Física Thomas Kuhn fue el primero en apuntar que solo podemos entender los desarrollos científicos en base a los paradigmas que influenciaron la ciencia en los respectivos períodos. Un paradigma determina la comprensión de la verdad, la manera en que es interpretada y los métodos con los cuales se aborda: ¿qué cuestiones pregunta la ciencia? ¿Qué investigación se lleva a cabo? ¿Qué fuentes se usan para esta investigación? ¿Y qué métodos son usados para compartir y publicar el conocimiento y la información?
Usando el concepto de paradigma como perspectiva significa ver la realidad detrás de algo. Thomas Kuhn explicó el concepto de paradigma usando el ejemplo de un iceberg. Compara la parte pequeña del iceberg que está sobre la superficie del agua con teorías e ideas; pero existe un paradigma que subyace a estas teorías e ideas y que no es inmediatamente visible. Los tres componentes básicos de un paradigma científico son definidos como el estudio filosófico del ser (ontología), la teoría del conocimiento (epistemología) y el método científico. La idea que la ciencia está desligada de la filosofía y la ideología y solo analiza hechos tangibles y visibles se ha cuestionado a lo largo del tiempo. En cada era, científicos, filósofos y buscadores de la verdad han desarrollado teorías basadas en el paradigma prevalente. A pesar de todo, si estas teorías no eran suficientes, si no daban respuestas satisfactorias a las preguntas, un cambio en el paradigma científico se consideraba necesario –de la misma manera que con las revoluciones sociales. La ciencia ha evolucionado a través de revoluciones.
Desde la Segunda Guerra Mundial se ha discutido el daño causado por la ciencia eurocéntrica. El paradigma en el que esta ciencia se ha basado también se ha cuestionado. Examinemos con más detenimiento cómo el mundo y los seres humanos son gestionados en el paradigma mecanicista en el que se basa la ciencia eurocéntrica.
La comprensión eurocéntrica de la ciencia ha llevado al mundo a ser visto como un reloj mecánico. Los seres vivos en el mundo eran vistos como los engranajes y los tornillos de un reloj. La visión del mundo desde un punto de vista jerárquico, con los humanos por encima de otros seres vivos, es también la base de los desastres ecológicos y la división de clases. En otros tiempos de la historia, las personas veían el mundo como algo vivo y holístico. Pero el paradigma mecanicista ha destruido esta visión. Ha definido las relaciones entre humanos y naturaleza y entre los humanos en el eje sujeto y objeto. En pocas palabras, la distinción sujeto-objeto significa que una parte (el sujeto) tiene el poder y es determinante, mientras que la otra parte (el objeto) permanece en una posición subordinada pasiva. De esta manera, la naturaleza fue objetivada en relación a los humanos, la mujer en relación al hombre, los oprimidos en relación a los dominantes, y su relación se construyó como una relación entre sujeto y objeto. Esta mentalidad de dominación ha adquirido proporciones de genocidios y masacres.
Una vez esta mentalidad se ha instaurado en la mente de las personas, se encontrarán en la naturaleza ejemplos correlacionados: El pez grande se come al pez pequeño, el león se come al ciervo, el fuerte vence al débil. Pero hay muchos más ejemplos en la naturaleza de criaturas que se complementan unas a las otras, que no se hacen daño, que viven juntas en solidaridad.
En estas relaciones, que nosotros llamamos relaciones simbióticas, las criaturas pequeñas dan soporte a las criaturas más grandes, los depredadores dan soporte a los que no cazan, etc. En un ecosistema, árboles, humanos, insectos, peces y algas comparten una vida común. El paradigma es precisamente sobre cómo se ven estas realidades. Esta visión se refleja también en las relaciones sociales. Cada ser vivo en el ecosistema tiene un sentido y un valor. Pero cuando se estableció la diferenciación sujeto-objeto en el marco de los sistemas de dominación y ocupó el espacio de la realidad como método científico, se produjeron desastres reales.
Contrastando con el paradigma mecanicista que ve el mundo como una máquina, se necesitan paradigmas que traten al mundo como algo vivo y holístico. El positivismo, que categoriza la sociedad humana en maneras de funcionar mecanicistas, ha llevado la socialización al borde de la destrucción. Las consecuencias de tratar la sociedad como una masa de hechos es una de las principales razones de los grandes genocidios de los dos últimos siglos.
Mirando el mundo desde una perspectiva diferente
El paradigma de la Modernidad Democrática, también conocido como el paradigma democrático, ecológico y de la liberación de las mujeres, ofrece una alternativa y perspectivas de solución. Mirar al mundo con distintos ojos, empezar desde puntos diferentes y encontrar soluciones a los problemas está relacionado con comprender y vitalizar el nuevo paradigma.
La destrucción ecológica, los genocidios y feminicidios son los indicadores más visibles de la crisis de nuestro tiempo. La cultura democrática representa la totalidad de las diferencias, multiplicidades y diversidades, como la armonía de los hilos de colores en el patrón de una alfombra. El paradigma de la Modernidad Democrática nos permite pensar en modelos democráticos como la armonía de un collar de piedras de colores. Solo con el nuevo paradigma podemos pensar en sistemas en los que cada uno pueda preservar su propio color e identidad, pero como una parte del todo. No podemos institucionalizar un sistema democrático confederal si no lo miramos desde la perspectiva del nuevo paradigma. Las múltiples asociaciones entre instituciones y comunidades solo pueden tener sentido con la perspectiva del nuevo paradigma.
Sin una aproximación ecológica, no podemos crear un equilibrio entre la primera y la segunda naturaleza. La idea de que la humanidad es parte de la naturaleza le confiere responsabilidad hacia la naturaleza. La naturaleza tiene el poder de renovarse y regenerarse. Pero la ambición ilimitada del poder y el beneficio lo anulan. La aproximación ecológica no está limitada a la aproximación a la naturaleza, sino que expresa una visión holística del universo y de la sociedad.
La metodología científica de Jineolojî
Frente a la hegemonía patriarcal sin límites, es imposible superar la crisis del sistema sin construir una vida basada en la liberación de las mujeres.
Jineolojî es la ciencia basada en el paradigma de la Modernidad Democrática. Por tanto, el sujeto que investiga, los orígenes a los que se refiere y los métodos científicos que usa están determinados en base a este paradigma.
Cada ciencia está basada en una metodología científica. En el desarrollo de Jineolojî como ciencia, una de las preguntas más frecuentes es sobre su método científico, su metodología. Desde que el entendimiento eurocéntrico de la ciencia ha hecho de su propio método científico el único criterio científico válido, algo solo puede ser considerado ciencia si se aplica este método. A pesar de ello, está situación ha sido cuestionada en los últimos 50 años. El método científico eurocéntrico positivista, que se impone como una fórmula para la verdad, está experimentando un serio bloqueo. La cuestión sobre cuál es el método científico y la metodología de Jineolojî está relacionada con cómo Jineolojî resolverá este bloqueo.
La metodología, como estudio de los métodos, es una rama de la filosofía que trata los métodos de diversos campos de la ciencia. Si definimos “método” como el camino más corto y más prolífico hacia un objetivo, en este caso el conocimiento, la metodología es la totalidad y el sistema de estos esfuerzos. Intentando entender y resolver el problema de la metodología, las ideas de la tradición filosófica de Oriente Medio marcan el camino. Por ejemplo: “La verdad es una, los caminos para llegar a ella son mil y uno”, o “las personas son privadas del wusul, es decir, de la verdad, porque pierden el camino o el método, es decir, el tariqa o usul”. En este contexto, discutimos el método de Jineolojî. Está basado en el principio de tener en cuenta la diversidad de métodos que nos permiten llegar a la verdad. De todos modos, ello no significa que Jineolojî no tenga método. Rêber Apo clarifica la cuestión del método de la siguiente manera y muestra un camino para que podamos aproximarnos al sujeto del método:
“Más que perseguir un método alternativo, perseguimos el camino para salir de los problemas causados por una vida cargada de conceptos erróneos y distanciada del valor de la libertad.” (Rêber Apo)
El método científico, que se ha demostrado erróneo y no lleva a la verdad, destruye el sentido de la vida, y esta situación forma la base para la destrucción de la sociedad. Hay muchas críticas al actual método científico. El principal problema es la imposición de este método. La ciencia eurocéntrica impone sus propios métodos y menosprecia las formas de conocimiento de otras geografías, pueblos o mujeres. Por ejemplo, denigra el conocimiento de los antiguos procesos de curación identificándolos como “remedios de las mujeres viejas”. A pesar de ello, la fuente de la moderna medicina, farmacia y medicamentos también provienen de esta tradición de curación. El conocimiento histórico expresado en historias mitológicas y épicas no se considera una fuente significativa, ya que no está probada y no ha sido escrita. Temas como la espiritualidad y la metafísica no son considerados científicos. Sentimientos e intuiciones no son fuentes válidas de conocimiento. La ciencia eurocéntrica analiza la sociedad y la realidad humana como objetos. Trata a los seres humanos desligándolos de la sociedad, de la historia, del tiempo y del espacio. En lugar de analizar los eventos en relación a su dimensión histórica, trata el flujo de la historia en línea recta. Por esta razón, se coloca en una posición alejada de la verdad y produce información según las necesidades del poder y del capital.
La sabiduría tradicional de Oriente Medio, las filosofías de regiones de China e India y las formas de conocimiento de los pueblos oprimidos fuera de Europa son todavía métodos con los que esta manera de pensar puede ser superada. El desarrollo de la física cuántica, la crítica a las formas clásicas de historiografía, así como las críticas desde los movimientos ecologista y feminista, han preparado el terreno para nuevas metodologías. Desde esta herencia, Jineolojî determina y desarrolla sus propios métodos.
Para el método científico de Jineolojî es esencial desarrollar una perspectiva que pueda romper las relaciones de poder creadas por la dicotomía sujeto-objeto. Entendiendo más que definiendo y empatizando más que objetivando se llega a una comprensión más profunda. En cualquier investigación relacionada con la vida y la sociedad, nos damos cuenta que sujeto y objeto cambian constantemente de posición y se afectan mutuamente. La única manera de asegurar el cambio desde una mirada crítica es entender la verdad desde todos los ángulos, que la verdad tenga sentido en todos los aspectos. Sobrepasar la perspectiva fragmentada que destruye el todo de la verdad es otro tema importante. Para ello, es importante considerar las ciencias sociales como la base de todas las ciencias, como una manera de sobrepasar la división entre todas las ciencias. Poner las ciencias sociales en la base de todas las ciencias significa establecer una conexión entre desarrollos científicos, incluyendo física, química, biología, ciencias naturales, y vida social. En los trabajos de investigación de Jineolojî muchos temas se entrelazan, como la economía, la demografía, la política, la ética y la estética, la salud, la educación, la ecología y la medicina. Jineolojî desarrolla su trabajo a partir de las experiencias, de la sabiduría y de las formas de conocimiento de las mujeres y las actualiza.
Como pueblos y mujeres que se enfrentan a masacres en una geografía donde está teniendo lugar la Tercera Guerra Mundial, tenemos razones legítimas y vitales para poner objeciones a esta ciencia y sus métodos. El método científico hegemónico no es capaz de explicar las razones de los ataques y masacres a los que nos enfrentamos, el significado de la resistencia que estamos librando y el sistema social que queremos construir. Jineolojî quiere crear soluciones allí donde el método científico crea bloqueos, destrucción y oscurece la realidad. Jineolojî pretende encontrar herramientas y métodos que revelen las fuentes de conocimiento cuya verdad se ha negado e ignorado.