« Hasta que el león cuente sus propias historias, el cazador será siempre el héroe »
«Hasta que el león cuente sus propias historias, el cazador será siempre el héroe.»1
por Ayda Fento
Este año 2024 está siendo un año de gran resistencia y movilización social en Kenia. El nuevo año comenzó con un enero y febrero marcados por las protestas masivas contra los feminicidios a lo largo y ancho del país. Ante el aumento terrorífico de los asesinatos de mujeres, miles de mujeres salieron a las calles para denunciar la violencia sistemática a la que estamos sometidas y exigir reformas que aseguren una mayor protección, protagonizando así las protestas más masivas contra la opresión de género de la historia de Kenia. Abril vino marcado por las protestas contra los desalojos y demoliciones perpetrados por el estado durante las inundaciones que arrasaron una gran parte de los asentamientos populares de la periferia de Nairobi. Más de 200 personas perdieron la vida, poniéndose así aún más de manifiesto las condiciones de miseria y despojo a las que el estado somete a la sociedad. Con todo ello el espíritu de resistencia y el descontento social fueron reavivándose y una inminente subida de impuestos por parte del gobierno sirvió de chispa para el levantamiento popular liderado por la juventud y las mujeres que desde el 18 de junio está sacudiendo los cimientos del estatus-quo. Pero estas protestas son solo la punta del iceberg de un proceso mucho más profundo que se está gestando en esta región que tiene un gran potencial de transformación.
La independencia de Kenia: la esperanza de una vida libre que no llega.
En Kenia habitan más de 70 etnias diferentes que han quedado fragmentadas por las fronteras impuestas por la colonización europea y el consecuente desmembramiento de África en estados nación. Entre los años 1950 y 1970 se libraron en toda África, las luchas de liberación nacional para acabar con la colonización europea y su brutal esclavitud. La independencia de los diferentes territorios fue la victoria resultante de heroicas resistencias sociales. La estrategia de liberación nacional estaba vinculada a los conceptos socialistas de autodeterminación popular, que estaban conectados principalmente con el sueño de que un Estado nacional propio pondría fin a la esclavitud y traería la ansiada vida libre. La independencia de Kenia se logró en 1963 como resultado de una larga lucha por la liberación en la que la Rebelión Mau Mau fue especialmente clave. El nuevo estado nación independiente de Kenia fue visto por la sociedad como un logro propio y como el camino hacia la vida libre. En estos 40 años transcurridos desde la independencia, la sociedad ha presenciado la continuación del expolio: la ausencia de democracia, la expropiación de sus tierras ancestrales, el no reconocimiento de la gran mayoría de las etnias, la concentración de la riqueza en manos del estado y de algunas tribus que han pasado a formar parte de él, la condena de la sociedad a la pobreza extrema, la perpetuación del sometimiento de las mujeres como base sobre la que se sustenta el sistema, el neocolonialismo europeo e internacional con la mayoría de las tierras en manos de inversores internacionales, etc. La continuación de la explotación ha generado a lo largo de estos 40 años varias oleadas de movilización social para conseguir reformas que pudiesen llevar a una sociedad más igualitaria. Pero la dominación continua y a pesar de que mucha gente aún tiene sus esperanzas puestas en el estado, cada día que pasa la contradicción entre la sociedad y el estado se hace más evidente y más gente se vuelve consciente de ello. Las protestas de estos últimos meses están influenciadas por este despertar.
La cuna de la sociedad natural.
La tierra de color rojo fuego, los ríos y lagos, los bosques, los volcanes y montañas y también las planicies de la región geográfica que hoy es llamada Kenia son parte de la cuna desde la que la humanidad dio sus primeros pasos hace alrededor de 2 millones de años, trayendo a la vida a las primeras sociedades humanas2 Desde entonces, como señala Reber Apo, la humanidad ha vivido en libertad como sociedad ética y política y conformándose como clanes matrifocales durante el 98% de su existencia. Es hace tan solo 5000 años que surgieron en Mesopotamia los primeros vestigios del sistema global de dominación en el que vivimos hoy en día. El arrebato de la economía de las manos de las mujeres, el control de su sexualidad y la creación de una mentalidad masculina dominante a través de la mitología, lareligión, la filosofía y la ciencia, fueron necesarios para la imposición de un sistema basado en el expolio de la sociedad y cuya institución principal es el estado. Pero a pesar de todo, el legado de las sociedades naturales comunales e igualitarias ha resistido hasta día de hoy. Su espíritu y valores no pueden ser aniquilados porque son la base de la naturaleza humana.
Uno de esos lugares donde la resistencia de las sociedades naturales está muy viva es Kenia y la región de África Oriental. La organización social en forma de tribus y clanes sigue estando muy viva y teniendo mucha influencia. En en el seno de estas estructuras se han protegido valores inherentes a la sociedad como la comunalidad, el apego a la tierra, la ética como alma de la sociedad, la creatividad, etc. Formas de auto-gobierno y de justicia ancestrales han resistido hasta ahora a los tentáculos del aparato burocrático y legislativo del estado. Alrededor de un 70%3 de la población sigue habitando en zonas rurales. La agricultura y la ganadería siguen siendo importantes actividades económicas, a pesar de que como resultado de los nuevos métodos de colonización implementados por el neoliberalismo ¾ partes de la tierra de Kenia están hoy en manos de multinacionales extranjeras. Este territorio es hogar de multitud de culturas diferentes que siguen vivas no solo a nivel ritual sino también a nivel material. Esta riqueza y vitalidad cultural es plausible a muchos niveles: en la arquitectura, con múltiples formas ancestrales de construcción; en las formas de conseguir o cocinar los alimentos; en los métodos de cultivo de la tierra; en las formas de conseguir o cocinar los alimentos; en los sistemas de obtención de agua; en la medicina tradicional; en los tejidos y vestimentas; en la música y un largo etc.
Paralelamente y a pesar de la resistencia librada a lo largo de la historia, la mentalidad patriarcal y capitalista ha anidado en las comunidades y ha dejado huella en sus creencias, aspiraciones, tradiciones y formas de organización, suponiendo un obstáculo especialmente para la libertad de las mujeres. La lucha contra la mentalidad masculina dominante que ha calado en nuestras comunidades es esencial para la libertad de cualquier pueblo y la autodefensa contra el modernismo capitalista que quiere disolver a los pueblos ancestrales entre sus tentáculos es de vital importancia.
El legado de la resistencia de las mujeres.
“Dispárame para que seas feliz. Pero sepan que la voluntad de justicia rompe incluso el arco más resistente.”4 Con esta determinación se dirigía a la policía una de las madres de presos políticos durante una huelga de hambre en 1992 para exigir la libertad de sus hijos y del resto de presos que habían sido encarcelados por rebelarse contra el régimen dictatorial del entonces presidente de Kenia Daniel Arap Moi. Al quinto día de la huelga de hambre, acampadas en una plaza de Nairobi, las madres enfrentaron una gran violencia policial, fueron heridas y algunas de ellas detenidas. En medio de los ataques de la policía, algunas de ellas desnudaron sus torsos como acto de resistencia. La desnudez de las madres es un acto de rebelión en la tradición africana, simboliza una maldición contra el adversario y también es una táctica para avergonzarle. Según afirma Wangari Maathai en el documental “Taking Root: the vision of Wangari Maathai”, “En la tradición africana, cualquier mujer de la edad de tu madre es como tu madre y debes tratarla con el mismo respeto. Un hombre que pega a una mujer es como un hijo que viola a su madre.” La protesta de estas madres culminó en la liberación progresiva de muchos presos políticos, consiguió cambios legislativos y fue un impulso clave para el logro de una nueva Constitución en 2010.
En la desnudez de las madres como acto de resistencia y de avergonzamiento público del agresor, podemos ver el importante rol social de las madres en la tradición africana y la fuerte base ética de la sociedad. La figura de las mujeres-madres, no como rol biológico sino como rol social de creadoras y defensoras de la comunidad ha sido y es esencial para la existencia y la resistencia de las sociedades ante los diferentes ataques y su supervivencia tanto cultural como física. En la historia de Kenia hay cientos de ejemplos de mujeres que como las madres de Nairobi han luchado con gran valentía por la defensa y la libertad de sus comunidades. Desde Moraa Ng’ti5 que predijo la llegada de los colonizadores a las tierras de los Abagusii allá por el 1900 y luchó contra la ocupación; el liderazgo de las mujeres Kikuyu en la revuelta de Thuku o en la conocida como “revuelta de las mujeres” de Fort Hall6 contra la colonización británica; las mujeres que lucharon por la independencia en las filas de la guerrilla Mau Mau7 cumpliendo diferentes tareas desde militares a médicas o logísticas; el movimiento del Cinturón Verde que encabezado por mujeres y con el liderazgo de Wagari Maathai8 ha luchado durante décadas por los derechos de las mujeres y la protección de la naturaleza, o todas las madres que han cuidado y cuidan de sus comunidades y de la pervivencia de su lengua y su cultura en medio de un sistema colonizador que aún a día de hoy quiere homogeneizar, expoliar y acabar con los pueblos.
Las mujeres de Kenia se han organizado en diferentes tipos de grupos sociales, instituciones y organizaciones a lo largo de la historia con el objetivo de participar en la vida política de sus comunidades y defender su libertad como mujeres. Con el avance de la colonización muchos de estos grupos fueron redirigidos y asimilados por instituciones misioneras católicas o por los gobiernos coloniales con el objetivo de “civilizar” a las mujeres africanas, es decir, inculcarles la ideología colonial europea y católica con el objetivo de someterlas y así dominar a las comunidades9. Esta etapa fue un duro golpe para libertad de las mujeres y su liderazgo social. Ellas fueron el eslabón más esclavizado también durante la colonización europea. Sin embargo y tal y como hemos visto la resistencia ha continuado hasta el día de hoy.
En la actualidad la lucha de las mujeres está viviendo un nuevo amanecer. La importancia y la necesidad de auto-organización como mujeres es cada vez más patente. La participación, especialmente de las jóvenes, en la vida política y en los espacios de toma de decisiones tanto en los movimientos urbanos como en las comunidades (por ejemplo con la recreación de consejos de mujeres) va en ascenso. En el ámbito urbano la lucha por el xwebûn, la propia forma el propio color de cada mujer, tiene especialmente fuerza. En el ámbito rural, la lucha por el hebûn, la existencia colectiva como mujeres, tiene el mayor peso. Sin hebûn no hay xwebûn, y sin xwebûn no se alcanza la libertad. Por lo tanto, la síntesis entre la lucha de las mujeres del ámbito urbano y rural parece ser clave para la liberación.
Las protestas masivas contra los feminicidios a inicios de este año y la participación de miles de mujeres jóvenes y también madres en el levantamiento de las últimas semanas, inicialmente contra la subida de impuestos y en la actualidad con el objetivo de tumbar al gobierno del actual presidente Ruto, son resultado de este legado histórico y del reavivamiento del fuego de la resistencia de las mujeres. Cada vez resuenan más fuerte las palabras del líder socialista Thomas Sankara «No hay una verdadera revolución social sin la liberación de las mujeres».
Desenterrar la historia de las mujeres y de los pueblos: la mejor arma para la liberación.
La juventud a lo largo de la historia ha sido el motor de las luchas y la chispa de las revoluciones. En la actualidad sin embargo, vivimos un momento histórico en que el sistema capitalista está atacando a la juventud con los medios más sofisticados de guerra especial nunca vistos, generando una gran confusión y desmovilización entre los jóvenes. Kenia y África Oriental en cambio, tienen una población muy joven, siendo el 80% de la población menor de 35 años y con más de un tercio de entre 15 y 34 años101010. La gente joven de esta región es muy activa en la lucha social y a nivel de liderazgo político tanto a nivel urbano como rural. Las protestas de la juventud de las últimas semanas son prueba de ello. Esta característica junto con el resto de particularidades que han sido expuestas a lo largo de este texto hacen que el camino para una revolución social en este territorio esté abierto. Para avanzar por ese camino y como sugería Wangari Maathai en su frase «Cuando sabes quien eres, eres libre» es imprescindible recuperar la historia de las mujeres y de los pueblos. Esa historia que mayoritariamente no ha sido escrita y que guarda los secretos de nuestra identidad, de nuestras culturas, el verdadero rol de las mujeres en nuestras comunidades a lo largo de la historia y más allá de los roles impuestos por el patriarcado, nuestras formas de organización para una vida democrática y libre, el conocimiento ancestral de las mujeres y de las comunidades y también guarda las memorias de la resistencia para defender todo ello. Como muchas de las comunidades indígenas defienden y tal y como Reber Apo propone con el paradigma de la Modernidad Democrática: No es necesario inventar nada nuevo sino desvelar la verdad de las sociedades democráticas y ecológicas en las que las mujeres han jugado un papel creativo a lo largo de la historia. Es necesario saber quienes somos y de donde venimos para poder saber que queremos recuperar y como protegernos de los ataques del patriarcado y la modernidad capitalista. A la luz de nuestra verdadera historia podremos llevar a cabo una revolución de la mentalidad que nos abra las puertas a una vida autónoma y libre de nuevo. Tal y como dice un proverbio africano «Hasta que el león cuente sus propias historias, el cazador será siempre el héroe.».
Figura : Madres de presos políticos en huelga de hambre. Nairobi, 1992.
111Proverbio africano.
222https://paleontology.fandom.com/wiki/Homo_habilis
333https://www.worldometers.info/world-population/eastern-africa-population/#google_vignette https://www.worldometers.info/world-population/kenya-population/#google_vignette
444https://ukombozireview.com/2023/01/26/the-mothers-hunger-strike-that-captivated-a-nation-and-bequeathed-us-freedom/
666https://www.africanfeministforum.com/kikuyu-women-in-the-thuku-revolt/
777https://www.sahistory.org.za/sites/default/files/archive-files/s.m._shamsul_alam_rethinking_the_mau_mau_in_colobook4me.org_.pdf
888https://es.wikipedia.org/wiki/Wangari_Maathai
999http://www.nawey.net/wp-content/uploads/downloads/2012/05/History-of-Feminism-in-Kenya.pdf