Una propuesta de Abdullah Öcalan: Jineolojî, la ciencia de las mujeres

Abdullah Öcalan , extracto de Liberando la vida: la revolución de las mujeres

La eliminación de las mujeres de los rangos y de las cuestiones científicas nos obliga a buscar una alternativa radical. En primer lugar, es preciso saber cómo vencer en el campo ideológico y cómo generar una mentalidad libertaria y natural contra la mentalidad dominante y el ansia de poder del hombre. No debemos olvidar que el sometimiento femenino tradicional no es físico sino social: se debe a una esclavitud arraigada. Por consiguiente, la necesidad más urgente es dominar los pensamientos y las emociones de sometimiento en el campo ideológico. Cuando la lucha por la libertad de la mujer se dirige hacia el campo político, debe tener en cuenta que éste es el aspecto más difícil de la batalla. Si no se consigue el poder políticamente, ningún otro logro permanecerá. El triunfo político no implica comenzar un movimiento para la estatalización de la mujer. Por el contrario, implica luchar con estructuras estatistas y jerárquicas, implica crear formaciones políticas que pretendan conseguir una sociedad democrática, igualitaria en género, ecologista y donde el Estado no sea el elemento central. Como la jerarquía y el estatismo no son fácilmente compatibles con la naturaleza de la mujer, un movimiento que busque la libertad de la mujer debería tratar de conseguir formaciones políticas antijerárquicas y no estatistas. El colapso de la esclavitud en el escenario político solo es posible si la reforma de la organización de este campo se lleva a cabo con éxito. La lucha política requiere una organización democrática, completa, de la mujer y de la propia lucha. Todos los componentes de la sociedad civil, derechos humanos, gobiernos locales y lucha democrática deben estar organizados y avanzados. Igual que con el socialismo, la libertad y la igualdad de la mujer solo puede conseguirse por medio de una lucha democrática completa y exitosa. Si la democracia no se consigue, tampoco se lograrán la libertad y la igualdad. Las cuestiones relacionadas con la igualdad económica y social pueden solucionarse también con éxito por medio de un análisis del poder político y de la democratización. Una igualdad jurídica sin matices no significa nada sin políticas democráticas. No contribuirá nada en la consecución de la libertad. Si las relaciones de propiedad y poder que dominan y someten a la mujer no son derrocadas, tampoco se conseguirán relaciones libres entre la mujer y el hombre. Aunque la lucha feminista tiene muchas facetas importantes, todavía tiene un largo camino que recorrer para vencer las limitaciones impuestas a la democracia por Occidente. Tampoco tiene una comprensión definida de lo que implica el modo de vida capitalista. La situación recuerda a la visión de Lenin de la revolución socialista. A pesar del gran ímpetu y de la victoria en muchas batall as, el leninismo finalmente no pudo evitar hacer la más preciada contribución de la izquierda al capitalismo. El feminismo puede obtener un resultado similar. Las deficiencias que debilitan su batalla son: no tener una base de organización fuerte, la falta de capacidad para desarrollar su filosofía completamente, y dificultades relacionadas con el movimiento de la mujer militante. Puede que ni siquiera sea correcto llamarlo “el socialismo real del frente de las mujeres”, pero nuestro análisis de este movimiento tiene que reconocer que ha sido la medida más seria hasta el momento para llamar la atención sobre el tema de la libertad de la mujer. Subraya que solo es la mujer oprimida del hombre dominante. Sin embargo, la realidad de la mujer va mucho más allá que el ser simplemente un sexo aparte. Tiene una dimensión económica, sexual y política. Si consideramos el colonialismo no solo en términos de nación y país sino también en términos de grupos de personas, podemos definir a la mujer como el grupo colonizado más antiguo. De hecho, ningún otro ser social ha experimentado un colonialismo tan completo en cuerpo y alma. A la mujer se le mantiene en una colonia que no tiene fronteras fácilmente identificables. Según lo anterior, creo que la clave para la solución de nuestros problemas sociales será un movimiento por la libertad de la mujer, la igualdad y la democracia; un movimiento basado en la ciencia de las mujeres, llamada Jineolojî en kurdo. La crítica de los últimos movimientos de la mujer no es suficiente para analizar y evaluar la historia de la civilización y la modernidad que casi hace desaparecer a la mujer. Si dentro de las ciencias sociales apenas se incluyen temas, cuestiones y movimientos de mujeres, esto se debe a la mentalidad hegemónica de la civilización y la modernidad y a las estructuras de la cultura material. Además, la mujer como el componente principal de la sociedad ética y política, tiene que desempeñar un papel crítico en la formación de una ética y una estética de la vida que refleje la libertad, la igualdad y la democratización. La ciencia ética y estética es una parte integral de la jineolojî. Debido a sus responsabilidades de peso en la vida, sin duda será la que constituya tanto el poder intelectual como el poder práctico que lleve a cabo los procesos y las oportunidades. La conexión de la mujer con la vida es más completa que la del hombre, lo que le ha garantizado el desarrollo de su inteligencia emocional. Por consiguiente, la estética, en el sentido de hacer la vida más bella, es una cuestión existencial para la mujer. Éticamente, la mujer es mucho más responsable que el hombre. El comportamiento de la mujer con respecto a la ética y la sociedad política será más realista y responsable que el del hombre. Por lo tanto, está bien dotada para analizar, determinar y decidir sobre los buenos y malos aspectos de la educación, la importancia de la vida y la paz, la maldad y el horror de la guerra y las medidas de lo que es apropiado y justo. Es por esto que sería apropiado incluir también la economía en la Jineolojî.

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